Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Es tarde. Me veo con la necesidad apremiante de llegar a una reunión. No hay tiempo. Abro la aplicación de Uber, y me topo con la sorpresa del día: ya hay Moto Uber en Morelia. El anuncio lo habían dado a escasa una hora en la ciudad y sin embargo no fue la experiencia (yo temerosa de las motos) lo que me llevó a elegir ese servicio, sino la tacañería pues es considerablemente más barato que el Uber tradicional que se hace a bordo de vehículos.
Los costos por el trayecto en automóvil ascendían a 200 pesos para llegar de la zona norte hasta el primer cuadro de la ciudad. Por ello, aún con miedo, tomo el servicio de Moto Uber.
El conductor llega de acuerdo al tiempo establecido al domicilio, también temeroso y nervioso. Confiesa “es mi primera vez”. Me da las indicaciones “nos comentaron que los clientes tenían que cargar la mochila verde”. Primera sorpresa.
Te podría interesar: Uber Moto, sin licencia para operar en Morelia: Cocotra
“Tiene que usar un casco, si no tiene aquí tengo uno que la empresa nos dio”, señala. Nunca me he considerado cabezota, por lo menos no de forma literal, pero el casco es bastante pequeño, como para un menor. Segunda sorpresa.
Luego de forcejear para que entrara el casco, logro colocarlo. Inicia el viaje. Mujer, viajando en moto, asiento trasero, contacto físico. ¿Dónde puedo sujetarme? Y es que una cosa es viajar con amigos, pareja o familiares, que viajar con un extraño en moto.
¿Y el Covid-19? Una cosa es segura si bien la cercanía con el motociclista será inevitable, pero contará con la suficiente ventilación como para evitar el contagio. Queda el tema de los cascos que prestan, que, a buena fe, uno pensaría serán desinfectados previamente.
Nos movemos en medio de baches y calles dañadas por las interminables construcciones de salida a Salamanca. Autos que pasan al lado y finalmente, con las manos sudorosas llego a mi destino sana y salva, pero cuestionándome seriamente si volvería a utilizar este servicio.