Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Una mujer mexicana gasta cerca de 50 mil pesos en un solo producto durante su ciclo de vida menstrual, entre los 13 y los 50 años de edad, según datos de la Revista del Consumidor. El paquete de la línea más común, con 14 toallas, cuesta 46.50 pesos, lo que arroja un precio de 3.32 pesos por toalla. Al año, el gasto ronda los 1,195 pesos y puede variar dependiendo de marcas, cantidad y el propio ciclo menstrual.

Por lo mismo, algunas mujeres se han inclinado hacia la copa menstrual, artículo que lleva casi 84 años en el mercado y que ha tenido sus alteraciones.

"Hoy en día las piden muchísimo, desde las jóvenes hasta pacientes que tienen hijos”, reconoce Olga Meléndez, especialista en ginecología oncológica, obstetricia y colposcopia. Relata que fue patentada en 1937, cuando se fabricaba con látex, pero causaba rechazo porque hay pacientes que son alérgicas, lo que provocó el cambio a la silicona quirúrgica.

Para que una copa menstrual sea confiable, debe estar patentada por la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés), con lo que asegura que pasaron por toda una serie de protocolos que se pueden usar en la mujer, ya que se introduce en la vagina.

La finalidad de usar la copa, explica la doctora, es contener toda la menstruación que cae para que se contenga ahí, dependiendo del movimiento que realice la mujer. Destaca además la importancia de acudir con un especialista para hacer la transición de los artículos tradicionales a esta alternativa, pues son una guía para su colocación adecuada y los cuidados a implementar.

A la pregunta directa sobre si es recomendable usar la copa menstrual, Meléndez afirma: "Desde luego que sí, es segura, y la comodidad que te da es mucha. Al inicio es complicado el uso, en el sentido de que aprende uno a colocarla, pero ya sabiéndolo hacer es muy fácil. Incluso te da la libertad de hacer tus actividades diarias sin preocuparte si ya te manchaste”.

Por su parte, la distribuidora Marysol Pulido señala que este método también beneficia al medio ambiente, ya que la copa tiene una vida de 10 años, evitando los constantes desechos de las toallas sanitarias. Además, se gasta menos agua para su lavado, comparado con las toallas de tela.

Tanto Pulido como la ginecóloga recomiendan usarla máximo 12 horas, o bien, entre seis y 10 para quien sea de flujo abundante, con el propósito de quitarla y tirar la sangre, enjuagar con agua, secarla y colocarla nuevamente. El proceso se realiza durante el periodo, pues, previamente y al concluir, es necesario esterilizarla con el hervor del agua por máximo cinco minutos.

En una cazuela especial, hay que colocar suficiente agua para que la copa quede flotando y no se pegue a las paredes del recipiente, ya que podría reducir su tiempo de vida al destruir el silicón. Siempre se debe secar muy bien y guardar donde no genere humedad.

Meléndez también recalca que no es un método anticonceptivo, pues la sangre hay que tirarla. Además, si se cuenta con un dispositivo intrauterino, hay que acudir con su ginecólogo para consultarlo.

Reconoce que existen mitos al respecto, algunos de ellos relativos a supuestas alergias, que la vagina se puede cerrar o incluso que afecta la virginidad.

Marysol Pulido dice que la copa podría llegar a ser tan cómoda que incluso genera olvido entre las usuarias, puntualizando la necesidad de limpiar cada 10 horas. En cambio, Meléndez insiste en consultar a su médico, quien explicará cómo introducirla para evitar mancharse: "Si goteas es porque no se colocó bien, no está haciendo el vacío", explica.

Otra particularidad es la resequedad vaginal que puede ser incómoda, pero el material está probado para que no cause ninguna lesión. De igual manera, se recomienda usar lubricante a base de agua para una colocación efectiva.

Tomando en cuenta la ilustración de ambas, quienes son usuarias de este dispositivo, la duda es si resulta accesible una copa menstrual.

"A la larga, por supuesto que es accesible. Considerando el gasto en la cantidad de toallas que una mujer utiliza (...) con lo que gastas en tres meses o cuatro, estarías pagando la copa", misma que oscila entre 600 y 700 pesos, con duración promedio de una década.

En caso de que comience a cambiar de color, el silicón se agriete, se vuelva duro o se sienta pegajoso, es momento de cambiar de copa, expone Meléndez.

Para elegir la copa ideal, es importante saber que hay muchas marcas, cada una va a tener sus principales características o formas, pero casi siempre van de la mano de la edad, de los partos, la cantidad de flujo y las características de los genitales externos, comparte la ginecóloga.