MORELIA, Michoacán.-(OEM-Infomex).- Con el tradicional pase de lista, la entrega respetuosa de banderas a los deudos de las víctimas y un ambiente de silencio y llanto -incluso del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo-, se les dio el último adiós de cuerpo presente a José Martín Godoy Castro, Germán Ortega Silva, Humberto Suárez Guzmán y Arturo Esquivel Duclaux, quienes perdieron la vida el pasado miércoles en el desplome del helicóptero en el que se dirigían al municipio de Huetamo.
La sede del homenaje póstumo fue Palacio de Gobierno, recinto que además de vestirse de negro con las prendas de indumentaria que vestían familiares de los cuatro hombres, compañeros de trabajo y la clase política de Michoacán, también es hoy el último lugar en el que se presume estuvieron los restos de Martín, Germán, Humberto y Arturo. Ello, ya que previo al cortejo fúnebre que siguió su curso por la Avenida Madero de Morelia, fueron parte de la ceremonia en la que encima de sus ataúdes reposaron sus fotografías, mismas que por lo menos han dejado plasmados sus rostros para el recuerdo y la eternidad.
Entre funcionarios del Gobierno de Michoacán, el único en hacer uso de la palabra fue el mandatario estatal, quien aun con los intentos por despojarse de los sentimientos apremiantes de una perdida no sólo de compañeros de trabajo, sino de “amigos” y grandes servidores públicos, tal cual lo citó, fue ineludible percatarse en como por lo menos cinco veces flaqueó su voz y pese a los tragos de agua sorbidos para agarrar el valor y retomar los enunciados de su discurso, mostraron a un gobernador afligido por la intempestiva noticia.
Allí, en el estrado y frente a los familiares y amigos cercanos, y por lo menos una centena de asistentes, expresó el profundo pesar de la gran pena que, según sus palabras, Michoacán vive, agradeciéndoles a su vez a los cuatro fallecidos –de cuerpo presente- el sacrificio que hicieron en cumplimiento de su trabajo.
De entrada, a Humberto y Arturo, ambos empleados de la Secretaría de Seguridad Pública, les agradeció haber elegido a Michoacán para desempeñar su mejor trabajo; pues el primero de estos era oriundo de Orizaba, Veracruz, y el segundo de Toluca, Estado de México. Sin embargo, ambos tuvieron importantes experiencias en materia de seguridad y por ello ganaron la confianza del actual gobierno, dando prueba de la entrega y compromiso del servicio público.
De ahí que, entre los murmureos de los asistentes y el tener que guardar la postura por la envergadura del evento, se diera paso a los momentos más conmovedores: los recuerdos y semblanzas. Empezando por el director del Seguro Popular, Germán Ortega Silva, joven médico, a quien se le recordó su profundo compromiso social a favor de la salud de los más necesitados. Y la amistad que Silvano Aureoles remontó a la intención de ambos de llevar las caravanas de salud a los municipios más apartados y necesitados. De ahí que su relación amistosa se hiciera más fuerte y que pese a las tragedias del proceso electoral del 2011, Tena Ortega siempre estuvo acompañándolo sin regateo.
“Tu partida nos deja una pena por superar, serás un ejemplo para seguir”, trató de enunciar de corrido el mandatario, sin lograrlo, pues los sentimientos afloraron.
A José Martín Godoy Castro, lo recordó como valiente y determinado, pues, dijo, siempre lo acompañó más allá de su compromiso como servidor público, no olvidando aquel mes de abril del 2016 cuando decidió ir a una de las regiones más complejas de Michoacán por la presencia del crimen organizado, la comunidad de Cenobio Moreno, en Apatzingán, “pero Martín ahí estuvo para decir y demostrar con hechos que no había cabida para los delincuentes”.
La historia de Godoy Castro fue la de un hombre que se hizo desde abajo, dijo, a quien las injusticias lo indignaban profundamente. Pero que logró combatir a la extorsión, los crímenes cometidos en contra de las mujeres, el secuestro y de más delitos en Michoacán. Y que pese a los escasos dos meses al frente de la SSP, avanzaron de manera significativa en la certificación de los policías. Dicho esto, en momentos intermitentes de casi llanto.
Y así, ya casi para terminar sus líneas discursivas en honor a Martín, Germán, Humberto y Arturo, insistió en sus lamentos por la pérdida, pero diciéndose más convencido de luchar por el Michoacán por el que siempre trabajaron los cuatro occisos.
Una vez hecho el pase de lista que concluyó con el nombre de José Martín Godoy Castro, bajo la voz de Ricardo Delgado Castellanos; luego de ello, se hizo entrega de las cuatro banderas a los deudos, y así, pasadas las 14:30 horas de un jueves 25 de julio, enfilados los cuatro ataúdes, se les dio de cuerpo presente el último adiós a los dos funcionarios y dos empleados del Gobierno de Michoacán.