Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-El humo del cigarro es un tema que afecta crucialmente la salud de muchas personas que no fuman, conocidos como fumadores pasivos. A continuación, te hablamos de los riesgos asociados a la exposición al humo de segunda mano y cómo impacta en la salud de quienes no son fumadores.
Cada año, el 31 de mayo, se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, una oportunidad para reflexionar sobre los peligros del consumo de tabaco. Además, es importante destacar no solo los riesgos para los fumadores, sino también el riesgo que el humo del cigarro tiene en aquellos que se ven expuestos involuntariamente al humo de los fumadores.
El cigarro es una mezcla letal de sustancias químicas dañinas para el cuerpo humano. El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, incluyendo al menos 70 que causan cáncer, algunos de estos compuestos químicos que esparce en seguida te los mencionamos.
¿De que se compone el humo de cigarro?
El humo del cigarro se compone del alquitrán, lo encontramos en barniz o pinturas, otro la nicotina en insecticidas, monóxido de carbono en el humo del escape de los coches, amoniaco en limpiador de vidrios, fósforo en veneno para ratas, arsénico en veneno para hormigas, plomo en tinte de cabello, acetona en quitaesmalte, formaldehído en sustancia para embalsamar cadáveres, entre muchos más.
Dicho lo anterior, estas sustancias tóxicas se liberan en el aire cuando se fuma y pueden ser inhaladas por quienes se encuentran cerca del fumador. Los más vulnerables ante el humo son los niños y los adolescentes. Debido a que sus sistemas respiratorios están aún en desarrollo. Provocando enfermedades respiratorias, incluso infecciones del oído, entre otros riesgos a su salud.
No obstante, no solo los seres humanos sufren las consecuencias del humo del cigarro, también los fieles compañeros, los animales. La exposición al humo del tabaco puede provocar problemas respiratorios en los animales, como asma y cáncer de pulmón, de igual manera, puede debilitar sus sistemas inmunológicos.
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La inhalación del humo del cigarro puede aumentar la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón, accidente cerebrovascular y trastornos respiratorios crónicos. Además, los fumadores pasivos pueden experimentar síntomas como irritación de los ojos, tos, dificultad para respirar y dolores de cabeza.
Al mismo tiempo, es importante destacar que el humo del cigarro puede propagarse a distancias sorprendentes. Incluso puede llegar a áreas circundantes a través de puertas y ventanas. Por lo tanto, el humo del cigarro representa una amenaza real para quienes no fuman.