Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- La Comisión Coordinadora del Transporte Público de Michoacán (Cocotra) ha ignorado dos recomendaciones realizadas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), las cuales fueron emitidas después de que miembros de la coordinadora atentaran contra los derechos humanos de dos conductores de la plataforma Uber, según lo dio a conocer la comisión estatal a través de un comunicado.
En la primera recomendación, con folio 036/2020, se pedía investigar el caso de un chofer de Uber que al momento de dirigirse a recoger a un cliente fue interceptado por tres personas del sexo masculino que abordaron su unidad y a menos de cinco metros un automóvil le cerró el paso.
Las dos personas del asiento trasero lo sometieron mientras le quitaban su celular y las llaves del vehículo. Posteriormente, un servidor público de la Cocotra lo infraccionó y una grúa de la empresa Zacapu-Monarca se llevó el auto a un corralón privado.
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En un segundo evento denunciado ante la CEDH, clasificado con el número 037/2020, una veintena de sujetos que no portaban ni uniforme ni identificación se presentaron como elementos de la Cocotra y abordaron a una mujer conductora de la plataforma para infraccionarla, además de amenazar con quitarle su fuente de trabajo.
Al encontrar violación de derechos en ambos casos, la comisión estatal decidió levantar dichas recomendaciones y solicitar a la Cocotra presentarse ante la Secretaría de la Contraloría para iniciar el procedimiento de investigación respectivo y tratar distintos puntos. Sin embargo, la coordinadora hizo caso omiso de dichos llamados y no realizó ninguna acción.
La caza de Uber: una práctica diaria en Morelia
“Esto es de diario, tiene uno que andar a las vivas y atentos a la información que va circulando; es como andar jugando escondidas”. Así explica Gabriel cómo trabajan los conductores de Uber en una ciudad como Morelia, asediados por elementos de la Cocotra.
Se trata de un chofer de 32 años de edad que ofrece servicio de transporte privado en varias plataformas digitales, pero de manera más recurrente en Uber.
Aunque puede conseguir más dinero, es consciente del riesgo que lleva el manejar para esta empresa, puesto que los ojos de la comisión están sobre ella y en cualquier momento un servicio se puede convertir en una ida al corralón.
“Los de Cocotra andan más sobre nosotros, también ven otras plataformas, pero no les interesa tanto. El problema es que se compran chips y crean usuarios; como en Uber solo necesitas un número de teléfono para registrarte, hacen cuentas solo para pedir servicios y luego llevarse los carros”, asegura el trabajador del volante.
La estrategia usada por los miembros de Cocotra complica la situación, pues realizan este tipo de operativos en medio de la madrugada y en colonias demasiado alejadas a la periferia, sin mencionar la violencia y prepotencia con las que en ocasiones son tratados.
Tal como lo refiere Gabriel, “ya casi siempre sabemos a qué hora y dónde andan haciendo los operativos, pero de repente nos caen en plena madrugada y se llevan los carros. Como está de noche, aprovechan para pegarle a los choferes o amenazarlos y dañarles los coches”.
Por último, insiste que la principal problemática radica en el vacío legal en el cual operan este tipo de plataformas, por lo que se requiere una acción inmediata de las autoridades para legislar esta labor.
“En realidad no es ni legal ni ilegal lo que hacemos, porque no está definido por la ley, por eso necesitamos que se regule de manera oficial para no estar trabajando en áreas tan grises”, menciona el entrevistado.