Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El año está llegando a su fin, el frío se siente en los huesos, las tiendas nos deslumbran con promociones cada vez mejores, sin embargo más allá que las compras de fin de año, hay algo que emociona a todos por igual: la cena de Navidad.
El 24 de diciembre, en la llamada Nochebuena, miles de personas en todo el mundo se reúnen con sus familias y seres queridos para compartir los alimentos en la víspera de la Navidad.
Esta tradición nace de la religión católica, en la que se cree que el 25 de diciembre llegó el hijo de Dios, Jesús, al mundo de los humanos y como celebración de la llegada del representante de éste en la tierra, las familias realizan una cena especial, distinta a la de cualquier día.
Es de señalar, que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2010 el 89.1 por ciento de la población mexicana practicaba el catolicismo, por lo que es sumamente común ver casas en las que reúnen las familias a rezarle al Niño Dios previo a realizar la cena de navidad.
No obstante, aún cuando existen quienes no practican la religión católica, la tradición de reunirse en familia y celebrar ha crecido en la cultura mexicana como un referente de unión y en muchos casos, el único momento en el año en el cual la gente se reúne con sus seres queridos a pasar una temporada juntos.
De la misma forma que la tradición ha evolucionado y hay quienes ya no lo ligan a la imagen católica con la que empezó la tradición, así mismo se han transformado las cenas de navidad.
A decir del investigador químico, especialista en nutrición y gastronomía, José Luis Curiel, “la habitual cena de navidad es un condensado de tradiciones y sazones que encuentran su origen tanto en la antigüedad romana como en el mundo prehispánico, pero que mantiene un sello mexicano”.
A través de una artículo publicado por Instituto de Antropología Natural e Historia (INAH), el químico, asegura que la tradición nace de la época romana, y si se ha ido adoptando a través de la permanencia en las regiones, así como sus alimentos.
De tal forma que en México, los platillos que se comen durante la cena de Navidad varían por época y estados, que si bien, algunos ya no cuentan con algún referente religioso, sí forman parte de una tradición familiar que se busca preservar.
Solo es cuestión de recordar, qué se solía comer hace unos años en fiesta decembrinas y qué se come ahora. Por medio de un sondeo El Sol de Morelia, conversó con un par de ciudadanos en aras de conocer cómo pasaban la festividad.
La señora Hortensia García, ama de casa de 70 años, comentó que ella cada año ha hecho la cena de navidad para su familia, pero con el paso de tiempo sus hijos y nietos se han reunido para preparar juntos los platillos que comerán el 24 de diciembre por la noche, además de asegurarse que todos se lleven un poco de recalentado.
En mi casa nos gusta cenar mexicano, lo que cenamos más seguido son tamales y pozole, pero nos juntamos y votamos por lo que vamos a comer unos días antes, este año para ‘niño envuelto’, mi hija lo va a hacer, yo el espagueti y el ponche
Por su parte, la señora Victoria Vargas, contadora pública de 48 años, apuntó que este año pensaba pasar la fiestas decembrinas de vacaciones, su familia irá a la playa el próximo lunes, por lo que pasará la nochebuena en algún restaurante donde seguramente habrá una gran variedad culinaria.
No solemos salir en estas fechas, normalmente cenamos en mi casa o en la de mi hermana, pero se nos presentó la oportunidad, creo que mi familia cenará pierna de cerdo, pero ni me he enterado bien
Mientras que para Guadalupe Cortés, trabajadora en el hogar, dijo que en su casa de come pavo casi todos los años, al tener hijos de diferentes edades, y sólo uno casado, la familias siempre pasa junta la Navidad.
No obstante, el realizar la cena no sólo es cocinar, servir y listo, los procesos de preparación dependen de cada platillo, en el de Hortensia García, se mostró despreocupada, por realizar la comida en diferentes casa, de tal manera que se pudiera distribuir la carga y el gasto, mientras que Guadalupe Cortés, resaltó que “uno se tiene que levantar tempranito para ir el mercado y así empezar a cocinar como a las 8:00 de la mañana”.
Por la parte económica, las entrevistadas concordaron en que la cena de navidad “no era tan cara al menos que sea pavo”, ya que a decir de la señora García, unos tamales o un pozole podrían salirle de 300 hasta 500 pesos dependiendo de cuánta gente sea, mientras que un pavo relleno le costará más de mil pesos a la señora Cortés.
No somos tantos en mi casa, pero siempre es el relleno del pavo que son carnes embutidas, eso sale caro; una sopa fría, la ensalada, el postre, los refrescos y demás, siempre si sale caro, aunque compre uno donde ya sabe
A estos gastos también hay quien le suma la compra de una piñata, aguinaldos y hasta la renta de un sonido musical, la Navidad en Michoacán depende de quien la vida, que si bien, el fin último es pasarla en familia, cada una le agrega su toque especial.
“Para nosotros lo importante es juntarnos, pasarla bien y unidos, en paz, estar comiendo algo que a todos nos guste, platicar, hacer algo diferente pero que sea con mucho amor, porque estas fechas son para estar en armonía”, consideró el señora Hortensia García.