Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “Lo más importante en una familia es compartir tareas y asignar roles”, comentó Blanca Gómez Santoyo, quien más allá de ser la madre de dos adolescentes y una niña de 11 años, desde sus 17 años de edad se ha dedicado a temas de seguridad.
Actualmente, Gómez Santoyo es directora general de la Comisión Municipal para la Atención Integral a Víctimas de Delito en Morelia, y mientras se encontraba en su oficina de paredes blancas adornadas con un cuadro bastante colorido con la imagen de un búho, narraba un poco las actividades que ha desempeñado en el ámbito de seguridad y lo difícil que ha sido llevarlo en conjunto con su primera profesión, que es la de ser madre de familia.
Portando su uniforme imponente, con su placa brillante de lado izquierdo, Blanca comentó que en 1992 comenzó sus estudios en la licenciatura de Derecho en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y a la par trabajaba en el Centro de Reinserción Social (Cereso) “Francisco J. Múgica”, indicando que con el paso de los años pasó por la Fiscalía de Delitos Sexuales del estado y ahora formar parte del cuerpo policial desde 2008.
Ser policía no es fácil, reconoce
Para Blanca, sus labores como mujer policía consisten desde entregar despensas a las personas más necesitadas, dar acompañamiento a las víctimas o atender situaciones de maltrato infantil, violaciones, intentos de suicidio, entre otras actividades más complejas que la han dejado en repetidas ocasiones expuesta al peligro.
Pese a esas cicatrices, recalca que si tuviera que elegir entre ésta u otra profesión, sin dudarlo “elegiría ser policía”.
Quizá lo más doloroso para Blanca no es el riesgo que su labor implica, sino el salir de su hogar y nuevamente desprenderse de su familia como si fuera la última ocasión en la que se volverán a ver.
Al firmar un contrato con la seguridad pública, “se firma otro con la muerte”, reconoce.
“Todos los días nos despedimos de nuestros hijos, todas las elementos de la policía y no sabemos si vamos a regresar (…) te llega un reporte de violencia y no es violencia, son personas con armas o está en crisis y se va en contra del oficial (…) hace tiempo hubo un enfrentamiento y vimos a un compañero morir; vi como el paramédico quiso reanimarlo y cuando lo levantó ya estaba fallecido (…) y lo guardo en la memoria”, contó.
Entre risas e historias de diferentes operativos en los que ha participado a lo largo de sus 27 años activa, se le cuestionó a la comandante sobre la situación más difícil que ha tenido que vivir entre su trabajo y sus hijos, a lo que respondió con un minuto de silencio, voz cortada y entre lágrimas, dejando salir su lado materno.
Es muy complicado cuando se enferman y tienes que trabajar (…) me tocó dejar a uno en el hospital por tener que trabajar. En ese entonces era secretaria privada y no me podía despegar (…) Hay áreas en las que es mucho sacrificio y yo le debo a mis hijos lo que soy; sufren contigo
Destacó que una de las etapas más duras en su profesión ha sido tener a sus hijos pequeños, ya que, a pesar de contar con su pareja sentimental como apoyo, es difícil tener que dejarlos solos para poder salir a ganar el pan de cada día y buscar la manera de salir adelante.
“Hace poco mi hijo mayor recordó un 10 de mayo que no pude estar presente porque me tocó la guardia y también un cumpleaños del más pequeño también. Es un reclamo y duele, pero tienen que entender que hay que subsistir en un mundo muy difícil porque hay que comprar pañales y el pediatra no te cobre tres pesos”, dijo.
“Es necesario poner una balanza y analizar las prioridades”, responde mientras sube el volumen de su radio para estar al pendiente de algún llamado de emergencia, a la vez que recuerda cuando tuvo que renunciar a un buen puesto en el Sistema Penitenciario por atender a sus hijos.
Llega un momento en el que brincan de la pubertad a la adolescencia y en esas etapas tienes que estar bien vivo porque comienzan los duelos, las drogas, las depresiones y es lo que te hace priorizar
Con la crisis sanitaria por Covid-19 y su contacto directo con las personas, las precauciones para no ser contagiada y replicar el virus en sus hijos han sido extremas, además de que los llamados de emergencia se incrementan por lo que “este 10 de mayo se festeja trabajando”, contesta.
“Mi trabajo no es un trabajo, es una labor padrísima. Lo hago con sueldo sin sueldo con nombramientos o sin nombramientos. Siempre he sido activista en el tema de los derechos humanos en los derechos de las mujeres sin transgredir los derechos de los hombres”, remarca.