Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Michoacán es un estado que se ha convertido en el hogar de alrededor de 4 mil extranjeros, por lo que ya se acostumbraron al picante, deleitan sus oídos con la música mexicana y brindan con tequila o mezcal en las fiestas tradicionales.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los poco más de 4 millones 740 mil habitantes michoacanos, alrededor del 1 por ciento nacieron en otro país, pero eligieron hacer de la entidad su segunda casa.
Por cada 100 pobladores michoacanos, hay 91 que nacieron en este territorio, ocho en otro estado y uno en algún país distinto, principalmente Estados Unidos.
Del vecino país del norte es del que más migran a tierras michoacanas, sin embargo, también destaca el flujo de colombianos, españoles, franceses, argentinos y cubanos. Hay también presencia de chinos, canadienses, chilenos, rusos y nigerianos, de acuerdo al Instituto Nacional de Migración.
Mary Luz
“Un mexicano nace donde le da la chingada gana”, comparte Mary Luz Lacouture Padilla, parafraseando a Chavela Vargas. Para la colombiana, este país es más que su segunda casa, es el lugar en el que estudió su carrera: medicina, donde conoció a su esposo, tuvo a sus hijas y se desarrolló profesionalmente.
Ante las pocas posibilidades que tenía en su tierra natal, se vino a probar suerte a la Ciudad de México, pero el “moustro” urbano la asustó y terminó en Morelia, a donde llegó un día antes de que cerrara el plazo para el trámite de ingreso a la Universidad Michoacana. Eso fue hace alrededor de 25 años, hoy es médico especializada en ginecología.
“Fue por el 2003 que me naturalicé mexicana, después de casarme, y ahora tenemos 23 años de casados y dos hijas… tengo mucho que agradecerle a México”, cuenta Mary Luz, para quien fue muy complejo decidir quedarse aquí porque su papá se oponía.
Sí hay nostalgia en algunos momentos, pero Mary Luz ya no se regresaría a su país de origen. En México tiene su vida y ahora apoya a su hermano más chico, quien viajó a tierras aztecas para estudiar arquitectura. “Éste es un país que me dio muchas oportunidades, tanto en lo profesional como en lo económico, emocional y personal… para mí, México lo es todo”.
Cristian
Cristian López Raventós nació en un pequeño pueblo al sur de Barcelona, pero desde hace alrededor de 12 años es “más moreliano que el ate”. Llegó con fines académicos y se quedó por motivos personales. El español arribó a México en agosto del 2009, con una beca para terminar su doctorado en la Facultad de Psicología de la universidad nicolaita.
La crisis económica en España le motivó a quedarse de este lado, donde poco a poco se fue desarrollando académica y profesionalmente, siendo hoy en día maestro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia.
Adaptarse no fue difícil, y aunque llega a añorar la cultura pambolera y las charlas en los bares españoles, por ahora no es opción regresar a Barcelona, pues su vida ya está en México. La calidez de la gente le ayudó a sentirse mexicano rápidamente, “la gente es muy amable, uno se siente como en casa, o a veces mejor”.
Sylvain Provillard
La caricatura Misteriosas Ciudades de Oro fue el primer contacto que tuvo Sylvain Provillard con México. Con esta serie francojaponesa que veía desde niño comenzó a soñar con conocer el país de los olmecas, aztecas, zapotecas y más culturas autóctonas.
Nació en Francia y hoy es maestro de idiomas en la Universidad Latina de América (UNLA), en la capital michoacana. Hace 20 años no sabía que venir a Morelia le cambiaría su vida, pues llegó con el objetivo de aprender español, así que enseñar los idiomas que él dominaba fue la moneda de cambio.
Casado con una mujer mexicana, tiene en la docencia su actividad principal: “Algo tiene México que le gusta al mundo, creo que es la vitalidad la gente, aquí se mueve la gente, quiere hacer cosas”, dice Sylvain al pensar en aquello que más le gusta del que ahora ya es su país, tanto como Francia.
Jorge Bustamante
Jorge Bustamante García llegó en 1982 a México en busca de trabajo y encontró más que eso. El colombiano le agradece al país su desarrollo profesional, su familia y amigos. El mundo de la geología, así como el de la poesía, han marcado sus pasos, y aunque vivió en varios estados, Michoacán es la entidad que hoy le da cobijo.
Este hombre ya no se imagina en otro lugar. Para él, hablar de México es hablar de riqueza natural, de cultura, de José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, chiles en nogada, pero sobre todo, de oportunidades y calidez humana.