Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Situada en pleno corazón de la capital michoacana, a dos cuadras de Catedral y a unos cuantos pasos de San Agustín y contando con al menos 100 años de antigüedad, la casa marcada con el número 77 de la calle San Cristóbal Ecatepec se encuentra a punto de colapsar.
De hecho, ya no es una casa. Se trata de una fachada que consta de dos plantas: en la primera hay tres puertas y en la parte alta tresf balcones que dejan ver que los techos han sucumbido, al igual que las paredes interiores.
La hierba crecida deja ver el abandono, así como los grafitis que han sido dibujados en las puertas, lo único reciente que se observa, fue colocado recientemente.
En la fachada, se observa una lona del Ayuntamiento de Morelia que advierte sobre el peligro de derrumbe y que informa que el dueño del inmueble está enterado de la situación de la casa.
“El propietario de este inmueble ha sido notificado de acuerdo al artículo 170 del reglamento de construcción de Morelia”, menciona.
También han sido colocadas cintas amarillas mediante las cuales se invita a quienes transitan por ahí a no acercarse o hacerlo con cuidado pues el inicio del periodo de lluvias vuelve lo que un día fue una casa, más vulnerable.
Al lado, funciona una panadería y unos baños públicos. Sus propietarios desestiman el riesgo y señalan que la vivienda tiene así por lo menos 15 años. Nadie sabe quién o quiénes son sus dueños, nunca los han visto.
La historia de esta vivienda es similar a la de por lo menos otras 190 situadas en el perímetro del centro histórico de Morelia.
Se trata de viviendas que guardan diferente condición; algunas se encuentran intestadas, otras cuentan con procesos jurídicos y de varias se desconoce quiénes son sus propietarios.
Hace dos años, ante el derrumbe de una vivienda ubicada sobre la calle Miguel Silva, la coordinación del Centro Histórico anunció el levantamiento de un censo y el inicio de la búsqueda intencionada de los propietarios.
Sin embargo, al momento nada se sabe sobre los avances de éste proyecto que incluso fue anunciado por quien era en ese entonces alcalde de Morelia, Raúl Morón Orozco.
Él, en el 2019, en declaraciones hechas a los medios de comunicación, afirmó que eran por lo menos 200 viviendas ubicadas en el Centro Histórico de Morelia las que se encentraban abandonadas y a punto del colapso.
Afirmó que, por este motivo, el ayuntamiento buscaría a los propietarios y, en caso de no encontrarlos, actuará jurídicamente para expropiarlas.
El Sol de Morelia buscó a la titular de la coordinación del Centro Histórico, Gauri Ivette García, aunque sin respuesta alguna.
De manera personal y a través de los enlaces de comunicación social municipales se le quiso contactar, pero la negativa a declarar sobre el tema fue rotunda.
Sin embargo, el último dato oficial proporcionado por esa dependencia fue que, de un censo de 169 casas abandonadas, el 30 por ciento, equivalentes a medio centenar, habían sido rehabilitadas y el resto se mantenían en peligro de sucumbir.
La burocracia que impide la recuperación de las casas
Las 219 manzanas que conforman el centro histórico de la capital michoacana y que forman parte del nombramiento hecho por la UNESCO de Patrimonio Cultural de la Humanidad son férreamente defendidas y custodiadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cualquier arreglo, cambio o reparación que quiera hacerse a cualquier monumento o arquitectura domestica ubicado en este perímetro debe ser evaluado y aprobado por el INAH, hecho que, a decir de arquitectos, ingenieros, cronistas, guías de turistas e historiadores, es prácticamente imposible.
Juan Carlos Marín, ingeniero especializado explicó que son tantas las trabas a las se enfrentan los propietarios de estas casas para poderlas reparar que literalmente prefieren dejarlas caer.
“Una vez colapsadas, el procedimiento para reconstruirlas es mucho más fácil pues ya no se está hablando de un monumento o arquitectura colonial sino de un terreno”.
Esta, es la realidad detrás de muchas de las casas en mal estado y a punto de colapsar que se encuentran en el centro de la ciudad.
“Hay personas que optan por realizar trabajos de reparación o reconstrucción durante la madrugada a fin de no enfrentar las duras e infranqueables reglas del INAH, pero hacerlo así es arriesgarse a ser fuertemente sancionados”, agregó.
Requisitos
De acuerdo al sitio oficial del INAH, los requisitos para solicitar licencia para llevar a cabo reparaciones (por mínimas que sean) en viviendas ubicadas en el centro histórico de Morelia son los siguientes:
- Juego completo de planos arquitectónicos del estado actual del monumento (copias dobladas en tamaño carta).
- Juego completo de planos arquitectónicos (plantas, cortes y fachadas), con detalles arquitectónicos, especificaciones de los materiales, acabados y cotas del proyecto o anteproyecto (copias dobladas en tamaño carta).
- Secuencia fotográfica a color de toda la calle donde se encuentra el inmueble y que muestren la altura de los inmuebles colindantes y de lugares donde se llevará a cabo la obra (se presentarán adheridas en hoja tamaño carta).
- Memoria descriptiva de las obras y especificaciones.
- Copia del Registro del Director Responsable de la Obra o copia de la Cédula Profesional del arquitecto responsable de la obra. Presentar original para su cotejo.
- Documentos legales que acrediten la propiedad del inmueble. (Escritura Pública o contrato de arrendamiento con la autorización por escrito del propietario del inmueble). Presentar original para su cotejo.
- Copia del alineamiento con número oficial vigente. Presentar original para su cotejo.
- Constancia vigente de zonificación de uso de suelo, expedida por la autoridad local. Presentar original para su cotejo.
- En caso de ser persona moral o jurídica, copia del documento que acredite la personalidad del representante legal. Presentar original para su cotejo.
Hay que tener en cuenta que todas las construcciones que se encuentran en el centro histórico de Morelia son monumentos y no todas datan de la época de la colonia.
Las construcciones que fungieron y fungen como viviendas fueron construidas en el siglo 19 con materiales como cantera, adobe y madera (tejamanil) y sus cimientos no son lo suficientemente fuertes.
El arquitecto, Edgar Arturo Guerra explicó que por este motivo el deterioro de una casa en esa zona no es tan prolongado y ni requiere de tantos años.
“Hay que tener en cuenta que son viviendas con 100 o 150 años de antigüedad, hechas con material como el adobe y con deficiente cimentación, si dejas que el tiempo haga su labor, en no más de diez años tendrás un terreno y no una casa”