Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-Luego de que en octubre denuncian una condena de desalojo al centro Colibrí, que ayuda a personas con discapacidad, los afectados lograron detener el proceso, según refirió el integrante de dicho lugar, Domingo Rodríguez López.
"El caso continúa aunque de momento se suspendió la orden por desalojo, que había ganado la parte demandante, pero se detuvo", refirió Rodríguez López, el cual añadió que para la adquisición de dicho inmueble por parte de Colibrí sí existe un contrato de compraventa, con el cual se están amparando.
"En su momento la asociación pagó la cantidad correspondiente por el predio, luego la dueña original falleció y la ley tendrá que revisar el expediente", es decir, afirmó que el llamado es que se juzgue con justicia.
Además, Rodríguez López afirmó que el ayuntamiento apoya a Colibrí, pues en caso de que el espacio se quedara sin un espacio "la autoridad tendría que asumir la responsabilidad y no son poquitos niños; hasta ahora hemos recibido su respaldo, por el cual se suspendió la orden de desalojo que ya existía".
Colibrí, cuyo nombre completo es Centro de Atención y Desarrollo Cultural Colibrí a.c., es un lugar que otorga atención a personas con discapacidad deTzintzuntzan y de otros municipios, como Quiroga. Según mencionó Rodríguez López, atienden a un promedio de 70 infantes por año, mediante financiamiento que proviene de los ayuntamientos y donaciones de particulares.
En contexto
El 17 de octubre, la directora de Colibrí, Tania Calderón González, refirió en una rueda de prensa las razones de la resolución por desalojo. Relató entonces que en 2020, Colibrí a.c. fue demandada por Raúl Campos Villagómez, el cual reclama que el edificio le pertenece, a pesar de que su familia llegó a un acuerdo de venta con el ayuntamiento y Colibrí.
Incluso el edil de Tzintzuntzan, José Guadalupe Ramírez Reyes, comentó que Raúl Campos Villagómez busca adjudicarse un inmueble que su familia ya había vendido a Colibrí a través del municipio, por tanto "vamos a estar al pendiente de hacer lo necesario para que ese desalojo no ocurra; hay documentos como contratos de compraventa, no una escritura como tal pero vamos a pelear para que el Centro siga atendiendo niños con discapacidad".
Aquí es donde el conflicto se ha complicado, porque el edificio fue vendido al ayuntamiento por Eusebio Campos Cruz y Clara Villagómez Estrada, con el acuerdo de que cuando se terminara de pagar se darían las escrituras, pero los señores fallecieron antes de que ese proceso finalizara. Por tanto, a pesar de que Raúl Campos Villagómez fue testigo de los contratos de compraventa, buscó la oportunidad de hacerse de nuevo con el inmueble.
De hecho, el demandante obtuvo una resolución favorable por parte del juez de primera instancia en materia civil de Pátzcuaro, el cual dictó la resolución por desalojo en perjuicio de los 80 beneficiarios que son atendidos en Colibrí A.C. por un equipo de 10 profesoras. La notificación le llegó a los afectados el 12 de octubre.
