Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- "La mayor amenaza es el ser humano, siempre lo ha sido. El llamado ‘huevero’ siempre llega a la playa a atacar los huevos que dejan las tortugas y se convierte en cazador furtivo, porque también termina matando a la tortuga para comercializar con la carne en el mercado negro. Son muchas cosas, muchas amenazas", manifiesta Alonso Ramírez Galeana, representante del Campamento Tortuguero El Habillal Asociación Civil, ubicado en Lázaro Cárdenas, uno de los municipios donde se lleva más de 10 años luchando por preservar a estos ejemplares marinos.
México, junto con Australia, es el país más diverso en este sector; llegan, por el océano Pacífico y Atlántico, 7 especies de tortugas marinas, de las 8 que hay en el mundo. De esas, 3 arriban a la costa michoacana, donde se cuenta con 23 campamentos enfocados a su protección. Por consiguiente, Michoacán se convierte en el tercer estado con más áreas de resguardo, quedando detrás de Quintana Roo, donde hay 24 y los 34 de Guerrero.
Desde hace 13 años, dependencias estatales como la Comisión de Pesca (Compesca) y la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), aseguran trabajar en conjunto con los refugios para lograr la protección de la tortuga golfina, negra y laúd.
Esta última se mantiene en alto riesgo de extinción, ya que las otras dos han avanzado a "sólo en peligro de extinción por los trabajos realizados en los últimos años por parte de los campamentos en tres municipios como Lázaro Cárdenas, Aquila y Coahuayana", según información de Aurelio Sigala Páez, director de Compesca.
En relación al apoyo estatal, personal de Semaccdet asegura que a los campamentos tortugueros se les respalda con "equipamiento básico para vigilancia, como cuatrimotos, temas de radio comunicación, uniformes y bitácoras para generar la información de cuántas anidaciones hubo, el número de tortugas liberadas", dice Daniel Guzmán, jefe del departamento de Manejo Integral del Patrimonio Natural.
Por su parte, Aurelio Sigala menciona que se apoya sólo "a la mitad aproximadamente, el resto se sostienen con las aportaciones que tienen, porque cuando llega el turismo les dan un tour, les explican todo el proceso: desde que la tortuga arriba, desova y el cambio de huevos al campamento". Sin embargo, este año "no se destinó presupuesto, sólo se hicieron los trámites para la obtención de los permisos que deben tener para el manejo de las especies".
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Agregando que la ayuda de otros periodos no pasó de 60 mil pesos, de los cuales "se fueron en insumos que no son muy costosos". El director de Compesca resalta que cuentan con un subsidio que aporta a las especies también de peces y entre esos está la tortuga marina. "Exclusivamente para la tortuga, separado del presupuesto, no, es parte del programa más completo". Mismo que consta de "300, 000 pesos. Realmente es muy poco y este año no hubo presupuesto, porque la mayoría se fue a los temas de la pandemia".
Es por eso que muchos resguardos tortugueros funciona únicamente con la aportación del turismo nacional y extranjero. Sin embargo, ante el Covid-19, algunos se vieron afectados por la poca asistencia. Mas, ese no fue el caso del Campamento Tortuguero El Habillal Asociación Civil, quienes recibieron alrededor de "2, 700 personas, pero en grupos pequeños de 10 o de 15 y todo con sus medidas preventivas", recalca Alonso Ramírez, quien asegura se debe a las estrategias que han estado implementando como "apadrinar un nido".
Esto consiste en dar un apoyo de 200 pesos mexicanos y así el interesado se convierte en padre adoptivo hasta la liberación de los ejemplares, con la oportunidad se de presenciar cada momento. Cabe señalar que recientemente se contó con "200 padrinos del interior de la República, como de otros países: Turquía, Vietnam, Alemania, Austria, España, Panamá, Colombia, Canadá y muchos lugares que estuvieron viniendo", dice Ramírez satisfecho.
Así mismo, el representante de esta asociación, también menciona que se vio un incremento en la llegada de tortugas a territorio michoacano. Esta idea la refuerza Aurelio Sigala, apuntando que se dio un "20% más de arribación que otros años; este período (2020-2021) registramos mayor número de arribación que el pasado, mil nidos más", refiriendo al tiempo entre agosto y abril. Según sus datos, se lograron 12 mil nidos de tortuga marina, pero sólo 87 de Laúd, la especie que más preocupa.
Tanto Ramírez como Sigala, concuerdan que aún falta mucho por hacer para la protección de las tortugas, aunque la gente parece comprender cada vez más su importancia, también es necesario ejercer la ley contra quienes se empeñan en dañar a estos seres. Así mismo, Alonso manifiesta que falta apoyo federal y estatal; es un sector abandonado y que no se tomó en cuenta en las recientes campañas electorales.
Resaltando el trabajo logrado por parte de los campamentos desde el 2008, ya que por año se liberan a más de un millón de crías. Siendo el período del 2012-2013 el mejor hasta el momento; se consiguió la descarga de 16,389,052 tortugas en la costa de Michoacán. "Los campamentos hacen un trabajo excepcional, son gente de la comunidad. Son grupos comunitarios que tienen la capacitación, la asesoría para el manejo de la tortuga" dice Sigala, señalando el avance que se ha dado en el período más reciente.
Ahora, en el 2013 se vio un crecimiento, pero del 2014 al 2018 se reflejó una disminución considerable, descendiendo a 1,418,035 ejemplares liberados, luego a 750,000 en 2015 y 850,000 en el 2016. Quedando 820,000 en el siguiente año, subiendo nuevamente a 850 mil en el 2018. Sin embargo, durante los dos últimos años hubo un registro y estabilidad de 1,000,000 quelonios.
Hasta el momento, los tortugueros se muestran satisfechos, no obstante, es importante "reactivar el apoyo de 120 mil pesos (el último fue en el 2016) que se destinaba a este sector y no dejar de apoyar con insumos. Además de hacer consciencia, cambiar nuestra manera de pensar. Si vas a la playa no contaminar, porque finalmente esa basura va a parar a los océanos", pide Alonso Ramírez, uno de los representantes de las áreas protegidas.