La boxeadora moreliana, María Soledad Vargas Huerta recibió la presea “Amalia Solorzano”, derivado de su trabajo no sólo en los rines, sino por el apoyo que ha dado a las mujeres que han sido víctimas de violencia y feminicidio, no sólo en la entidad, sino en todo el país.
Durante su discurso en el evento, Vargas Huerta expresó que “cada golpe que doy en competencia, es un recordatorio de todas aquellas que ya no están”, haciendo referencia que lamentablemente muchas de las mujeres no cuentan con el apoyo necesario por parte de las instancias para lograr la justicia necesaria.
Así mismo determinó que espera que su trabajo, pueda servir de ejemplo para que más mujeres se puedan sumar al trabajo de concientizar en el tema de violencia de género, por lo que indicó que el recibir esta presea, es un gran logro de su carrera y se comprometió a seguir luchando por todas ellas.
Para finalizar reconoció que aún se siguen viviendo tiempos de desigualdad en las estructuras sociales por lo que agregó que todas las mujeres deberían luchar puntualmente para que se pueda cumplir la meta de tener igualdad para todas.
“Más allá de las medallas de los cinturones, mi verdadero propósito ha sido levantar la voz por todas aquellas que han sido víctimas de la injusticia, mi promesa es recordar y seguir luchando por cada una de ellas, por eso llevo el nombre de muchas mujeres para que éstas puedan alcanzar la justicia y el reconocimiento de la sociedad”, dijo
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Es de mencionar que en sesión ordinaria de Cabildo, con nueve votos a favor, la boxeadora se convirtió en la ganadora de dicha presea, siendo Lorena Bedoya Ponce y Lorena Lizeth Mena Chávez, las otras dos contendientes.
Referir que María Soledad Vargas Huerta es campeona mundial de boxeo, lo cual considera que le ha enseñado la importancia de la disciplina, el esfuerzo y la resiliencia.
“Sol Vargas”, como es conocida es una destacada boxeadora que ha llevado la lucha por los derechos de las mujeres a un nivel más allá del cuadrilátero, en cada una de sus peleas sube al ring con un bóxer que lleva los nombres de mujeres víctimas de feminicidio.