Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Ante el retraso de la temporada de lluvias, las brigadas que despliega el gobierno del estado a través de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom) seguirán alertas durante las primeras dos semanas del mes de junio, a pesar de que originalmente concluirían sus labores primordiales el 31 de mayo. Así lo informó en entrevista el titular de la dependencia, Rosendo Caro Gómez, quien además dio un panorama de los saldos que dejó la ola de incendios en zonas boscosas, ubicando a la entidad en el tercer lugar nacional por número de incidentes y el octavo en cuanto a las hectáreas afectadas.
El funcionario aceptó que durante la última semana del pasado mes las conflagraciones se redujeron significativamente, en parte por las lluvias esporádicas en ciertas zonas del estado, además de que pudieron controlar las quemas provocadas ya fuera por presuntos miembros de la delincuencia organizada o por agricultores que pretendían el cambio de uso de suelo, en su mayoría para la siembra de aguacates.
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Mientras no se observe que la temporada de lluvias se establezca de forma permanente “no podemos bajar la guardia”, asumió Caro Gómez, de ahí que las brigadas que iban a detener sus trabajos el 31 de mayo ahora se mantengan firmes por lo menos dos semanas más, para garantizar la capacidad de respuesta en caso de que surjan llamados de emergencia.
Serán 20 grupos de brigadistas los que se distribuyan en diferentes territorios de la entidad, dando prioridad a los que son más vulnerables por sus características naturales, pero atendiendo en general a las 10 regiones que la conforman: Lerma-Chapala, Bajío, Cuitzeo, Oriente, Tepalcatepec, Purépecha, Pátzcuaro-Zirahuén, Tierra Caliente, Sierra Costa e Infiernillo. En total, son 200 personas que tendrán como tarea labores no solo de contención, sino también de prevención. Esa cantidad solo es la adscrita a la Cofom, pero hay que agregar a 19 brigadas que operan en el programa especial en conjunto con los ayuntamientos de Agulilla y Coalcomán.
Este miércoles el único incendio activo se registraba en el municipio de Tingüindín, pero hasta el cierre de esta edición ya había sido controlado, sin que se tuviera todavía un recuento de los daños. Caro Gómez recordó que en la segunda quincena de mayo había un promedio diario de ocho conflagraciones diarias, número que ha bajado casi al extremo pero no se pueden confiar, pues los riesgos siguen latentes.
En cuanto a los incendios provocados, los cuales se registraron en municipios como Morelia, Uruapan, Paracho, Quiroga, Ziracuaretiro y Taretan, el funcionario dijo que se está por terminar los dictámenes de 59 predios afectados y así emitir una declaratoria de Área de Restauración Ambiental, lo que puede llevar varios meses para que se realice. Se estima que las lluvias lleguen hacia este fin de semana, aunque habrá que recordar que ya se preveían afectaciones en el estado por la presencia de Agatha, que finalmente se desvió a Oaxaca y Veracruz.
Hasta la bitácora del 1 de junio, el estado de Michoacán sumó 519 incendios forestales para un total de 13 mil 935 hectáreas afectadas, sobre todo en hierba y arbustos. El temporal causó mayores estragos en Morelia con 73 reportes, seguida de Uruapan (58), Paracho (46), Hidalgo (29), Nahuatzen (27), Chilchota (22) y Ocampo (20). En tanto, Uruapan, Tancítaro y Morelia fueron los más dañados en cuanto a hectáreas se refiere. Con todo y que el estado se mantuvo entre los tres estados más afectados con incendios en sus montañas boscosas, no superó a la cifra récord del año pasado, cuando hubo 600 incendios en 35 mil 188 hectáreas, lo que se traduce en 14 por ciento y 60 por ciento menos, respectivamente.
Para hacerle frente a los incidentes se requirieron a brigadistas provenientes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), gobierno del estado y municipios, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), un importante número de voluntarios e incluso los propietarios y trabajadores de los predios siniestrados.
En su resumen final, la Cofom destaca que el 40 por ciento de los incendios fueron provocados, 24 por ciento se debieron a actividades agrícolas, el cuatro por ciento fue por culpa de fumadores y 30 por ciento derivado de fogatas que desde luego no fueron debidamente apagadas. El índice de eficiencia marcó que se detectaron en un promedio de 17 minutos y los brigadistas tardaron en llegar poco más de una hora, mientras que cada conflagración duró más de 12 horas para que fuera totalmente desactivada.
