Morelia, Michoacán.- En el marco del Día Mundial del Braille, celebrado cada 4 de enero, surge la reflexión sobre la situación del sistema de escritura y lectura táctil en la ciudad de Morelia. Aunque este método, creado por Louis Braille en el siglo XIX, ha sido fundamental para la inclusión de personas con discapacidad visual, persisten desafíos significativos que afectan a una considerable población en la capital michoacana.
Según datos de la Red Nacional de Ciegos (Renac), en Michoacán se estima que 70 mil personas viven con discapacidad visual, de las cuales alrededor de 17 mil residen en Morelia. A pesar de la importancia del Braille para el desarrollo personal, educativo y laboral de estas personas, su implementación sigue siendo un reto en la ciudad.
El incumplimiento de la Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en Michoacán, publicada en 2014, es evidente. El artículo 52 establece claramente la obligación de dotar a edificios públicos de señalización en Braille, pero la falta de atención de las autoridades de todos los niveles de gobierno es palpable. Esta omisión afecta la infraestructura, los materiales escolares y la enseñanza, elementos cruciales para la inclusión de las personas con discapacidad visual.
A pesar de que el Braille proporciona autonomía, confianza y seguridad, los avances en su implementación son lentos. Las medidas específicas, como la traducción e instalación de placas en puntos turísticos, son insuficientes para hacer de Morelia un espacio verdaderamente accesible. Se observa una falta de compromiso en la creación de entornos seguros y adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad visual.
Los espacios educativos, como el Centro para la Cultura de la Discapacidad municipal, el Centro de Atención Múltiple (CAM), y el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), son fundamentales para enseñar Braille. Sin embargo, la ciudad carece de una implementación robusta de las disposiciones legales que exigen la adaptación de tecnologías y materiales educativos para garantizar un aprendizaje efectivo.
A pesar de estos desafíos, algunos lugares en Morelia han adoptado medidas inclusivas. Establecimientos como Café Chai, cadena Vips, y la cafetería Gato Sordo ofrecen menús en Braille, demostrando que la inclusión es posible cuando hay voluntad.
Asimismo, este año la Secretaría de Educación del Estado (SEE) anunció que la Biblioteca Pública Central “Francisco J. Múgica”, bajo la Secretaría de Educación del Estado de Morelia, se destaca como un espacio inclusivo de 9:00 a 15:00 horas. Ofrece servicios específicos para personas con discapacidad visual, como una sala con libros en Braille, formato macro y tecnología especializada.
Adicionalmente, la sala alberga una colección de más de 200 libros de literatura en Sistema Braille, en formato macro. También cuenta con la tecnología de asistencia OrCam MyEye, proporcionada recientemente por la Dirección General de Bibliotecas Nacional en comodato para enriquecer los servicios de la Biblioteca Francisco J. Múgica.
Además, un avance significativo es la posibilidad de tramitar actas de nacimiento en Sistema Braille en Michoacán desde hace tres años. Los módulos del DIF estatal en el Centro de Morelia han facilitado el acceso a este servicio esencial para personas ciegas o con discapacidad visual, utilizando una impresora especial.
El Día Mundial del Braille es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad visual en Morelia. A pesar de algunos avances, la falta de implementación efectiva de las disposiciones legales y la necesidad de concientización persisten. La ciudad tiene el potencial de ser un ejemplo de inclusión, pero como refleja las carencias de las acciones del estado es necesario un compromiso más sólido por parte de las autoridades y la sociedad en general.