Fabiola Rayas, michoacana, artista visual y cofundadora de la organización Familiares Caminando por Justicia, cuyo trabajo se ha convertido en una herramienta de documentación, ahora trabaja junto con 57 colectivos de todo México para bordar pendones con los nombres de los desaparecidos en el país y con ello generar un archivo de memoria textil.
En entrevista con El Sol de Morelia, la joven recordó que la ahora asociación civil se formó a partir de su trabajo "La performance del caminar", que consiste en una serie de caminatas por los espacios cotidianos de los desaparecidos, con las que se hacen cartografías en bases de datos abiertos que inicialmente eran para visibilizar el problema.
"Con el paso de los años se convirtió en un archivo de memoria, se hacen retratos de familiares que son las fotografías con los espacios vacíos y los zapatos, que inicialmente eran para visibilizar a los desaparecidos y con el paso de los años se hacen para ver qué es lo que les pasa a las familias después de una desaparición forzada".
Lo anterior está conformado en un archivo fotográfico, sin embargo, también se trabaja el archivo textil que se mencionó al principio, dónde se integran los bordados de los pendones y diarios construidos con las historias de las familias.
El árbol de memoria lo propuse con la familia Orozco Medina en 2022, en las huertas de donde habían sido desplazados, y surge la pieza de bordarles a todos los procesos de memorialización en el país
Fabiola Rayas propuso en la exposición performatividades de la búsqueda en 2022, la pieza de los pendones para intervenir la calle, afuera de la galería, con el objetivo de que los familiares que no formaron parte de la exposición, pudieran visibilizar a sus desaparecidos, por lo que desde ese momento se integraron otros colectivos.
En este proyecto participan personas solidarias que hacen pendones, mismos que viajan con la exposición en dónde se activa la pieza y se recolectan listas de otros colectivos. Entonces, no solo se trataba de tejer entre colectivos y hablar del trabajo, sino también de los distintos procesos de memorialización que se realizan desde hace una década y nuevos.
"Saqué la cuenta de cuántos años tardaría una persona en bordar a los más de 115 mil desaparecidos y salió que eran como 300 y cacho de años, entonces como no nos iba a dar la vida, se extendió la convocatoria a nivel nacional", dijo Rayas.
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Agregó que es una convocatoria de intervención libre, es decir, que aparte del bordado también pintan o imprimen los rostros, además se imparten charlas de concientización en las universidades y escuelas, donde los profesores deciden cómo intervenir los pendones.
"Este es un archivo que vamos a heredar, es un trabajo de memoria que apela a la no repetición y otra línea importante, con las cartografías visibilizamos rutas de desplazamiento forzado, interno, rutas de reclutamiento por parte del crimen organizado, entre otras".
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Al día de hoy, la exposición "Caminar el cuerpo desaparecido", está conformada por 78 piezas entre fotografía y bordado, pero a esta cantidad se le añadió la pieza de los pendones que son 300, aunque hay 500 más en construcción y una lista de mil 800.
De acuerdo a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en mayo de 2022, México registró más de 100 mil personas oficialmente reconocidas como desaparecidas, mientras que en el 2011 era de 5 mil.
