Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En una nueva audiencia para desahogar testimonios por el asesinato de la enfermera Xitlali Ballesteros Heredia, ocurrido el 30 de septiembre de 2020, la médico especialista encargada de hacer la necropsia acreditó ante el juez que la víctima presentó 16 golpes en su cuerpo, sobre todo en la región de la cara, cuello y costillas, por lo que cabe la posibilidad de la saña y crueldad por parte de la o las responsables.
Cada uno de esos 16 golpes fueron ejecutados antes de que la joven de 30 años muriera y fuera dejada en un paraje del municipio de Valle de Santiago, en el vecino estado de Guanajuato, donde unos campesinos la hallaron en la madrugada del 1 de octubre. El examen para determinar las causas de su muerte se practicó casi 34 horas después del deceso, y así se pudo constatar la repetición de golpes que también incluyeron heridas en el cuello que le causaron sangrados.
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Había fracturas en las costillas, la cara, laceraciones en los pulmones, fractura de cráneo y en general huellas violentas clasificadas como politraumatismo, que finalmente le ocasionó su muerte. A pregunta expresa del Ministerio Público, la forense aceptó la posibilidad de que Xitlali hubiese fallecido por el golpe de un objeto sólido, como un jarrón, aunque luego se detractó cuando uno de los abogados defensores le cuestionó si científicamente eso se podría probar.
Asimismo, afirmó que la joven conservaba cabellos de otra mujer en ambos puños, los cuales eran de color negro.
En la sala 16 del Poder Judicial, ubicado en Mil Cumbres, se abrieron dos momentos para proyectar imágenes con los golpes que presentó el cuerpo de la víctima, pero en ambos se hizo de manera privada, solo con la presencia del juez, la defensa y el Ministerio Público.
Otro de los testimonios fue el de un policía ministerial de la Fiscalía de Guanajuato, quien relató que el cuerpo de Xitlali estaba envuelto con tres sábanas y cubierto también por bolsas negras de plástico. A simple vista, dijo, pudo notar golpes en el rostro, sobre todo en el área del ojo izquierdo.
A través de imágenes satelitales, dio una guía del lugar donde fue arrojado el cadáver, un camino de difícil acceso, muy angosto, donde solo puede circular un vehículo a la vez. En ese punto es donde las inculpadas por el crimen, Estephany N y Laura N, habrían conducido un Mercedes Benz para meterlo entre milpas de maíz y ahí deshacerse de la enfermera, para después regresar a Morelia, no sin antes abandonar el vehículo en el municipio de Cuitzeo.
La enfermera Xitlali Ballesteros Heredia fue asesinada el 30 de septiembre de 2020, cuando supuestamente iba a rentar una casa y para ello tendría como intermediaria a su sobrina política, Estephany N., quien la citó en un café de la avenida Camelinas, en el que le presentó a Laura N. Las tres salieron horas más tarde y se dirigieron a una casa cercana, donde se habría consumado el crimen. La próxima audiencia está programada para el 13 de junio en la sala 16 del Poder Judicial.