Morelia, Mich. (OEM-INFOMEX).- En el marco de la Feria de la Catrina de Capula, cuya novena edición fue inaugurada ayer y permanecerá hasta el 3 de noviembre, las historias y experiencias de los artesanos participantes son variadas como los diseños que se ofertan en cada espacio dedicado a la creación de la tradicional catrina.
Marisol Arroyo Pérez, quien desde hace 15 años hace catrinas detalló que el proceso empieza por seleccionar la tierra, molerla hasta que salga el polvo que se amasa para obtener el barro que e materia prima que al cabo de una hora se convierte en una estilizada catrina. Se acumulan al menos 20 piezas y se llevan a la cocción para continuar con el decorado y los detalles que son lo que identifican a “la huesuda”.
Ella afirma que pese a la fama que ha cobrado la feria y que cada año sea más grande y con más apoyo de parte del gobierno, las ventas han ido a la baja.
“En los primeros años nos iba muy bien, pero con el paso de estos ha bajado un poco la venta, como ya hay más artesanos que trabajan el barro y ya hay más catrinas”, dijo.
Recuerda que cuando empezó a crear catrinas no había más de 70 personas que las diseñaban y actualmente, afirma, hay más de 300 personas que ven salir de sus talleres una amplia gama de diseños, tamaños y modelos como gustos personales.
Fue precisamente ese aumento en la oferta lo que llevó a la artesana Angela Reyes Téllez a mejorar sus diseños, su técnica es única y los detalles de montaje, que le llevan hasta cinco horas sólo para acomodar las piezas que creó durante dos días previos son lo que la mantiene a flote en las ventas.
El comerciar de manera directa su trabajo es otra de las ventajas que identifica a través de actividades como la feria que se realiza desde ayer por lo que dijo confiar que el apoyo al sector continúe por parte de las autoridades ya que “si hay gente que nos comenta que espera esta feria para venir a comprar nuestros diseños”.
El señor Antonio Romero, quien dice tener “toda la vida” trabajando el barro, hace nueve años, cuando empezó la feria, cambió su rutina de trabajo que se centra en la creación de platos por diseños de catrinas “para tener algo que ofrecer a las personas que vienen”.
Sus diseños no son tan rebuscados, pero honran en esencia, a la imagen diseñada por el maestro Juan Torres Calderón, considerado el padre de la catrina. Sin embargo, dice que su trabajo se centra en crear loza, a las figuras coloridas les dedica solo un par de meses al año, los previos a la feria de cada año.