Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Michoacán es el quinto estado con mayor diversidad biológica, cuenta con un importante número de áreas decretadas como protegidas: nueve parque urbanos ecológicos, dos reservas patrimoniales, dos zonas de restauración ambiental, 12 áreas voluntarias para la conservación, 11 zonas de preservación ecológica, y nueve sitios Ramsar, los cuales son humedales protegidos por ser considerados cunas de diversidad biológica.
Además, es la quinta entidad con más agua, y tiene el segundo lago más grande del país, el Lago de Cuitzeo; sin embargo, la realidad es que la mayoría de sus áreas naturales están en “total descuido” y sus lagos se están desertificando, se “están dejando morir”, explicó el doctor Arturo Chacón Torres, investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
“El motivo de las áreas de protección unas son para conservar la biodiversidad, otras para proteger ecosistemas, por ejemplo proteger la infiltración del agua. Caso de la Mintzita que hay que proteger porque es un manantial muy importante, y se quiere decretar el Cerro del Águila, porque todo eso es un área de recarga de acuíferos, si llegan los asentamientos humanos se va a contaminar todo lo de abajo. Lamentablemente, entre el 80 o 90% de estas áreas se encuentran en total descuido”.
En ese sentido destacó que se detecta indiferencia del gobierno: Hay negligencia por parte de las autoridades, después de decretar una zona como protegida se requiere un plan de manejo, que se establezca un plan de trabajo que va enfocado a la protección; después formar un consejo en donde forma parte la autoridad, la sociedad y los usuarios del área, y que se asignen las responsabilidades y acciones. Para administrar el área a veces se instala en consejo, pero no se hace el plan, otras veces se hace el plan, pero no se instala el consejo, pero además de eso hay que asignar un presupuesto para poder manejar el área, y eso falta prácticamente en todas, la situación es de que se requieren presupuestos operativos”.
Explicó que un caso que ejemplifica esto es la Mintzita: “”En el caso de la Mintzita el problema es que cada época de secas hay incendios; sin embargo cada vez que hay incendios, provocados la mayoría de las veces no hay una brigada local, los que combaten los incendios son los pobladores. El equipo de brigadas para control de incendios en áreas protegidas se ve como la prioridad número 45, cuando debe de ser un plan de preparación: terminando la lluvias comenzar a hacer la brechas corta fuegos, zanjas, las torres de observación, todo eso para prevenir un incendio, pero no, ya lo vemos, Michoacán está incendiado y las brigadas sí hacen su papel, pero no es suficiente porque para el tamaño de los incendios la brigada es pequeña y cuentan con equipos limitados”.
Otro de los puntos a los que consideró que el gobierno da la importancia debida es la defensa de las zonas: “Si se decreta un área natural protegida, es importante delimitarla, porque los vecinos tienden a invasión o los propietarios que están en contra del decreto entran a provocar incendios o tratar de construir, entonces junto con la limitación de polígono no tenemos inspección y vigilancia, si alguien empieza a construir, los vecinos lo denuncias, pero las autoridades guardan el expediente, no lo atienden, o cuando le atienden es demasiado tarde, y tiene que suceder que los medios publiquen: miren se está rompiendo con la ley, hay invasión, y es cuando actúan. Así sucedió con la Mintzita que empezaron a construir y gracias a que los medios dieron todo a conocer fue que se detectó y fueron a detener la construcción y en Zirahuén pasó lo mismo.
Además, de lo anterior comentó que también falta utilizar esas zonas para producir economía: “Si a eso le agregamos los programas de mantenimiento del área de reforestación, invernaderos, viveros, actividades que sean sustentables para poder producir economía, pero eso está muy lejanos, porque no hay presupuesto , entonces los gobiernos dicen decretamos, pero no tenemos dinero háganle cómo puedan, ése es el problema las áreas de protección existen, pero solo en el papel , porque siempre están siendo agredidas con cambio de uso de suelo, sobreexplotación, incendios.
Te puede interesar: Incendios en Michoacán: la interminable batalla
El doctor Arturo Chacón Torres resaltó que las autoridades se han visto poco creativas y voluntariosas para resolver los problemas ambientales, ya que solo ponen de pretexto la falta de presupuesto, pero no buscan soluciones.
“Hay acciones que se pueden hacer sin que cueste un centavo, como es la organización del consejo, y que se pueda elaborar el programa, y que efectivamente, una vez que esté elaborado se tiene que entrar con el recurso, pero además les falta iniciativa, talento, porque no necesariamente hay que abrir la chequera del gobierno, se puede gestionar, hay fundaciones que pueden apoyar en ese sentido, está el Consejo por el Agua, la Fundación de Slim, solamente hay que competir por los recursos. deberían decir: nosotros gestionamos 3 pesos, pero ponemos uno más, para que se desarrollen las áreas protegidas, pero hay falta de talento, falta de voluntad, hay negligencia”.
Como un ejemplo de la falta de compromiso con el tema mencionó, una vez más, el caso de la Mintzinta: "La Mintzita, cuando se decretó hubo un convenio con el que el Oapas aportaría 3 centavos por cada metro cúbico que se generara ahí, nunca funcionó, nunca se echó a andar".
Lamentó que no sea una prioridad para el gobierno: “el caso del gobernador saliente, lo dijo muy claro: son periodos de sequía que tenemos que aguantar junto con las tolvaneras y que para rescatar Cuitzeo se necesitaban 3 mil millones de pesos, ¿cuál es el mensaje? pues que se acabe Cuitzeo. Tenemos el segundo cuerpo de agua natural más grande del país, y lo tenemos secó y solo levantamos los hombros y decimos: ya está viejo el lago. Nosotros decimos ya Cuitzeo se murió, pues que se muera. Esa es la falta de ingenio, de visión, de voluntad de nuestros gobernantes.
Por ello hizo un llamado para que la sociedad no espere las soluciones, sino que las exija: “como sociedad, ya no debemos esperarnos a que el gobierno nos traiga la solución, nosotros tenemos que plantear las soluciones, y comprometerlos por escrito, firmado de manera legal que si no cumplen con los compromisos ambientales que renuncien, es difícil , pero es posible”.
