MORELIA, Michoacán.-(OEM-Infomex).- Escasos cinco metros y ya se percibía el único e inconfundible aroma del papel antiguo, en algunos más de la tinta sobre las hojas, algunas muy antiguas, otras no tanto, pero que desde hace años se encuentran resguardadas en el número 365 de la calle Eduardo Ruiz, a sólo una cuadra de las antiguas instalaciones de la Central de Autobuses de Morelia.
“Libros usados: compra y venta” es el desgastado letrero que te da la bienvenida, así como una pila de acetatos con los éxitos musicales del ayer, pero sobre todo los alteros que, de abajo hacia arriba y de extremo a extremo, ocupan todo el espacio de la librería “Luz de Morelia”, en pleno corazón de la capital michoacana.
Local de cantera en el que apenas por un angosto pasillo puedes ingresar y preguntar por el autor o título literario más buscado e incluso hasta el menos pensado, pero que, allí, desde hace más de una década se encuentran ofertando libros a bajo costo y también adquiriendo aquellas piezas que, para muchos o pocos, ya no son de su interés.
En más de 15 secciones o áreas se encuentran distribuidos los miles de libros de arte, poesía, teatro, literatura infantil-juvenil, filosofía, de superación personal, esoterismo, novelas y hasta otras ciencias como la psicología, historia, gramática, medicina y la ingeniería, por citar algunas.
Ello sin haber mencionado que el libro con mayor antigüedad que se encuentra en el recinto data de 1780, es decir más de 230 años de su impresión.
Con precios diversos que van desde los cinco hasta los 500 o 600 pesos, ya dependiendo si están a remate, o el tipo de editorial, estado del libro, su autor, el empastado e incluso la demanda que tiene, ya que aunque estos “tesoros literarios” son “de medio pelo”, es la forma en que sus propietarios adquieren el material.
También los discos en formato de acetato o LP, son parte de los productos que tienen gran demanda en la librería, ante su resurgimiento y la fidelidad de la música, solicitándose en su mayoría géneros como clásico, rock, mexicano y contemporáneo, por mencionar algunos.
José Antonio Marín ha sido el encargado de darle vida a este lugar, al cual desde hace ocho años llegó por recomendación de la hija del dueño, pero que, gracias a la comodidad y aprecio tomado a la librería, encontró un nuevo estilo de vida que le permite sostenerse económicamente y a su vez, espiritual y mentalmente.
Un tanto tímido al inicio del recorrido que El Sol de Morelia dio por este sitio, José Antonio relató como en punto de las diez de la mañana “Luz de Morelia” abre al público y de un momento a otro comienza a sonar el timbre de la campana que tira el lazo de la puerta, suena e indica que hay un nuevo cliente o vendedor de libros.
Su día a día es ese: abrir, preparar los libros valuados, acomodarlos en los estantes y esperar a que el cliente llegue… pero mientras eso sucede “a leer se ha dicho”, dijo Marín, al reír moderadamente, mientras seguía ordenando una de las repletas repisas que contenían un título tras otro.
Las ventas iban bien, hasta hace tres o cuatro años cayeron en un 50 por ciento, pero gracias a que la mayoría de estudiantes recurren a un libro a mitad de precio, es que se conservan como un negocio aún rentable.
“Todos los días llega gente buscando libros o nos ofrecen, pero seguimos trabajando aquí, quiere decir que sí nos queda para sostenernos”, expresó Marín, quien se dijo apasionado por lecturas como la novela y para la meditación, teniendo en su casa una colección mayor a 500 obras, cuyo hábito sigue disfrutándolo día a día.
PLATAFORMAS ELECTRÓNICAS, OTRA VÍA PARA LA VENTA
Ante la preferencia de medios electrónicos, librerías tradicionales como “Luz de Morelia” se encuentran desde hace dos años en un proceso de transición por el que, a través de portales web, puedan comercializar sus libros semi-nuevos o usados hacia otras entidades e incluso otros países.
Marco Antonio Rosas Mendoza ha sido el responsable de iniciar con este procedimiento el cual ha podido equiparar casi en el mismo 50 por ciento las pérdidas reportadas por la ausencia de compras físicas, utilizándose plataformas como “Mercado Libre” para exhibir sus servicios.
“Ha sido un escaparate la verdad, aquí tenemos miles de libros, en Internet quizás dos mil a la venta, pero si hablamos de un porcentaje o promedio de comercialización, se vende más por la vía electrónica. No ha sido fácil, pero estamos en ese proceso”, explicó Rosas Mendoza.
Mencionó que si bien en otras partes de la República como la Ciudad de México es común la existencia de este tipo de librerías las compras digitales han sido recurrentes en la capital mexicana, así como otras entidades del norte del país, y aunque ofertar así la venta llega incrementar costos han sido mínimos del 30 por ciento por embalaje y envío.
Detalló que si bien las novelas es uno de los géneros más competidos por la presencia de grandes tiendas de libros, las obras literarias académicas en áreas como odontología, matemáticas e ingeniería, por mencionar algunas, son las más solicitadas por los cibernautas.
Para Marco Antonio Rosa las compras de libros por Internet pudieran optimizar tiempos, pero es más importante seguir manteniendo la cultura de visitar una librería, pues tiene su lado romántico y la sensación que ello provocar al oler el papel es incomparable.
MEXICANOS QUE NO LEEN…
Aunque hasta este 2019 no exista un estudio actualizado focalizado a los niveles de lectura por cada entidad federativa se conoce que, derivado del Módulo sobre Lectura (Molec) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI), del 2015 al 2018 la población que lee algún material literario disminuyó del 84.2 por ciento a 76.4 por ciento en febrero del año anterior.
Conforme a la información estadística sobre el comportamiento que tienen los lectores en la población mexicana se conoció que los libros más leídos son de literatura (40.8%); seguido de los de texto, uso universitario, materias o profesiones en particular (33.6%); autoayuda, superación personal y religión con 28.2 por ciento; cultura general (23.4 %), y los manuales, guías o recetarios y otros (7.5 %).
Aunado a que los mexicanos que sí leen, prefieren periódicos o revistas impresos, cuyo porcentaje sobre el uso del formato digital de libros ha incrementado de 5.1 por ciento a 10.7 por ciento, entre 2015 y 2018.
“Es muy bonita la lectura, tener el libro en la mano, olerlo, cargar con él y sentarte a disfrutarlo en cualquier lugar (…) es lamentable que no se tenga el hábito aquí en México”, agregó José Antonio Marín, al reflexionar sobre cómo fomentar este hábito desde una perspectiva informativa, pero también de tranquilidad y paz para despertar tu mente y pasar el tiempo.
Todos los días llega gente buscando libros o nos ofrecen, pero seguimos trabajando aquí, quiere decir que sí nos queda para sostenernos
José Antonio Marín. Encargado de “Luz de Morelia”
Dato
RENOVARSE O …
Ante la preferencia de medios electrónicos, librerías tradicionales como “Luz de Morelia” se encuentran desde hace dos años en un proceso de transición para comercializar libros a través de portales web
- La población que lee algún material literario disminuyó del 84.2 por ciento a 76.4 por ciento en febrero del año anterior
- 12 de noviembre: Día Nacional del Libro.
- 8 de noviembre: Día de las Librerías