Año nuevo purépecha: cómo se festeja y qué significa la ceremonia ancestral

Con esta tradicional celebración, se agradece a la Madre Tierra las bondades y cuidado otorgado a lo largo de los 365 días

Felipe Bárcenas | El Sol de Morelia 

  · jueves 2 de febrero de 2023

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Este 31 de enero, 1 y 2 de febrero se llevará a cabo la celebración del Año Nuevo P’urhépecha con el recorrido en el que se lleva el fuego encendido para agradecer a la Madre Tierra los cuidados y bondades brindadas a lo largo de los 365 días. Este evento, según los ciclos productivos de la tierra, dan paso a la revitalización de las tradiciones de esta cultura indígena de Michoacán.

El Fuego Nuevo tiene una importancia cultural y es parte esencial de las tradiciones en Michoacán, los dirigentes p’urhépechas rememoran su historia y ofrecen un mensaje basado en el pensamiento de sus antepasados, dando de esta forma paso al tiempo y al ciclo nuevo.

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

En esta actividad, que cambia de sede cada año, es decir, de donde parte se efectúa una caminata en la que se realizan paradas en 12 comunidades p’urhépechas, las cuales se visitan con el propósito de fortalecer los lazos de amistad.

Durante la ceremonia, los asistentes y líderes p’urhépechas le piden a Kurhiahueri (Dios principal del pueblo P’urhépecha prehispánico, que representaba al Sol) la abundancia para los cultivos en el nuevo ciclo que está comenzando, así como permiso para que con el fuego puedan cocinar los alimentos que les darán energía y vida en este nuevo año.

Entre los rezos y palabras emitidas durante la ceremonia, se escucha la siguiente oración: “Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, y fuego mi espíritu”. Y es que al llevar el fuego los participantes en la caminata también logran calentarse y contrarrestar las bajas temperaturas a las que se enfrentan durante su recorrido.

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Erongarícuaro, la sede en 2023

En este 2023, la ceremonia del Fuego Nuevo se realizará en la localidad de Erongarícuaro, por lo que a 40 años de haberse retomado esta ancestral tradición, los cargueros se ubicarán en la plaza principal de dicho poblado.

Es así que la comunidad de Erongarícuaro celebrará la ceremonia Kurhikuaeri K’uinchekua, renovación de Ch’upiri Jimbaŋi (Fuego Nuevo), con lo cual inician el Juchari Uéxurhini (Año Nuevo P’urhépecha), que rememora la historia del antiguo Pueblo P’urhépecha, en que se realizaba un gran rito al Fuego, para pedirle su ayuda para dirigir la guerra, ganar batallas y así extender el territorio de Kurhikuaeri.

En la actualidad esta festividad simboliza la unidad y fortalecimiento del pueblo p’urhépecha contemporáneo, recuperando y fortaleciendo ritos y ceremonias, así como elementos tradicionales que puedan ser útiles en la vida cultural, social, espiritual, educativa y organizativa de los p’urhépechas basada en la raíces de: Juchari Anchekuarhikua (Nuestro Trabajo), Juchari Kaxumbekua (Nuestro honor comunitario) Juchari Jakjkukua (Nuestra cosmovisión) y Juchari P'urhéjkukua (Nuestro espíritu guerrero).

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Esta festividad tiene su antecedente principal en el antiguo ritual al Fuego, en honor a Kurhikuaeri, que se realizaba en el señorío p’urhépecha. Este ceremonial fue prohibido por la corona española después de asesinar al último gobernante p’urhépecha Tangaxoan II, el 14 de febrero de 1530, en Conguripo, a manos del conquistador español Nuño de Guzmán.

A cuatro décadas de que esta celebración fue recuperada, desde entonces los p’urhépechas han acordado continuarla.

_________________________________

¿Dónde y quienes la celebran?

Se realiza en forma itinerante, en alguna de las comunidades del territorio p’urhepecha: Sierra, Cañada, Lacustre y Ciénega, es la K’uinchentskua, máxima celebración anual que reúne a miembros de la Comunidad P’urhepecha de Michoacán; donde se dan cita los p’urhepechas de las cuatro subregiones de estado, y desarrollan actividades de carácter espiritual, tradicional, cultural y artístico, con los cuales revaloran su identidad.

______________________

Por lo que este 2023, desde el día 31 de enero hasta la madrugada del 2 de febrero, realizarán una serie de actividades culturales y ceremonias.

La renovación del Ch’upiri Jimbaŋi es el ceremonial más importante y central, y es encabezado por los Tata K’eriecha (personas mayores de respeto de la comunidad sede de la festividad), quienes encienden el fuego, usando la técnica ancestral y tradicional de frotamiento de piedras especiales, que producen el fuego sobre "yesca", y se realiza momentos antes de que la Constelación de Orión esté a la mitad de su trayecto, es decir poco antes de la media noche.

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Los símbolos

Kurhikua (Fuego). Es una gran hoguera que se prepara con leña traída de los bosques cercanos a la comunidad sede, por Tumbiecha, designados para ello, por los Terunchiticha. Rememora la historia del antiguo Pueblo P'urhépecha, que tenía una fiesta en donde se hacía el Fuego Nuevo, para reconocer el inicio de un nuevo año, y en honor al Dios Kurhikuaeri (el sol, el fuego).

En la Mindaskuarheta (Piedra calendario). Es una piedra de origen volcánico con forma de Cue, (rememorando los prehispánicos como pirámide cuadrangular truncada), que era la arquitectura sagrada de los antiguos p'urhépechas, y que representa el calendario del Kurhikuaeri K’uinchekua. Tiene cuatro caras y dos bases, una superior de menor dimensión y una inferior, de mayor dimensión. En ella se han grabado símbolos que representan a las comunidades que han sido sede de la celebración. Se grabarán 52 símbolos que representarán un siglo P'urhepecha, de acuerdo al antiguo conteo.

Anasïkukua (Bandera). La anasïkukua en la época prehispánica fue un símbolo distintivo de guerreros al servicio de Kurhikuaeri. Hoy es un lienzo de cuatro colores que representan el inicio de las regiones territoriales P'urhepecha: verde, p’ukumindu, (región Sierra); azul, japunda (región Lago); morado, (Ciénega de Zacapu) y amarillo, Eraxamani (región Cañada).

Adid Jiménez | El Sol de Morelia

El Escudo está formado en el centro por una punta de obsidiana blanca que simboliza a Kurhikuaeri, rodeado por un pedernal de color negro con brillos blancos, mismo que es sostenido por cuatro grupos de 5 flechas cada uno.

Como fondo lleva el manto de lenguas de Kurhikuaeri a todo su alrededor. En la parte superior del escudo, aparece una mano izquierda empuñada. En la parte inferior del escudo tiene impresa la leyenda: Juchari Uinapekua, frase final de la Uandamukua que exclaman hoy los hijos de los antiguos 4 guerreros, máxima que evoca la fuerza y unidad contemporánea del Pueblo P'urhépecha.

____________________________________

PARA SABER

La celebración de Kurhikuaeri K’uinchekua está fundamentada en el conteo que los antepasados p’urhépechas tuvieron de acuerdo al calendario que les regía, y en el conocimiento transmitido de manera oral sobre la observación del firmamento.

En el momento que la Constelación de Orión se encuentra a la mitad de su recorrido, poco antes de la medianoche, sucede el cambio de ciclo agrícola para el pueblo P’urhépecha.

• Ambos elementos, se tomaron como base de la memoria de su origen histórico, y se acordó, iniciar el reencuentro p’urhépecha contemporáneo, a partir del día 1 de febrero del año de 1983.

____________________

Ts'irikuarheta (Bastón). Entre los antiguos p’urhépechas, el Petámuti usaba la ts'irikuarheta, que le acompañaba en las ceremonias y ritos; este símbolo consistía en una vara larga, con dos serpientes enroscadas labradas, que simbolizaban el poder de la sabiduría y la luz (conocimiento), en la punta llevaba un pedernal y diversas plumas de aves. Otro de los aditamentos que usaba, era un guaje incrustado de turquesas.

En la actualidad los p’urhépechas decidieron recuperar este símbolo de poder para usarla como llave, que les ayude a usar la voluntad para abrir y separar el espacio-tiempo y entender el pensamiento y obra de los antepasados. La ts'irikuarheta, solo podrá ser cargado por un Tata K’eri de la comunidad, previamente escogido por los T’erunchetiecha, no debe tocarla nadie más.