Morelia, Michoacán (OEM-Infomex):- Termina este 2020 entre la incertidumbre y una extraña sensación de alivio; la continua sucesión de hechos inéditos que marcaron el año tal como la pandemia causada por el Covid-19, así como las protestas sociales que retumbaron a nivel mundial, marcaron a toda una sociedad que se vio obligada a cambiar sus formas de correlación con el ambiente y otros seres humanos.
Estos eventos serán referentes para las próximas generaciones que verán los 366 días que hoy concluyen como un objeto de estudio histórico, mismas que probablemente observarían esta coyuntura como el punto de partida de la creación de una nueva sociedad.
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El veganismo, un movimiento mundial vanguardista que busca la erradicación de la explotación animal por el humano, es una de las ideologías que ha crecido y tomado mayor relevancia durante este año de pandemia. Así lo aseguró el periodista Jorge Tinoco, fundador de #ComerVegano y quien dedica su trabajo a difundir la importancia de adoptar este estilo de vida.
Según lo dicho por el activista, a pesar de que en México el uso de productos animales en comida, vestimenta y demás rubros se encuentra arraigado en nuestra propia cultura, poco a poco más personas se integran al movimiento, o bien, toman conciencia del problema que conlleva el consumo continuo de estos productos.
Puntualizó que el objetivo principal y que da origen al veganismo es el detener la explotación de seres sintientes para beneficio humano, sin embargo, de manera simultánea este movimiento brinda otros beneficios al medio ambiente y a la salud de la población.
Repensar el consumo de carne
Sobre el contexto de la pandemia, Jorge Tinoco ahondó en el papel crucial que el consumo de carnes tuvo en el origen del coronavirus causante de la emergencia sanitaria que vivimos, haciendo saber que no es la primera vez que la ingesta de animales se relaciona con enfermedades contagiosas que causan epidemias, por lo que se vuelve crucial el repensar el consumo de estos productos:
“Las investigaciones realizadas para encontrar el origen del virus SARS-Cov-2 remontan hasta los caldos de cultivos que se crean en los lugares donde se comercializa la carne, donde los virus mutan y se adaptan. No es la primera vez que el consumo de carne está relacionado con las pandemias, tan solo hay que recordar las enfermedades respiratorias que fueron causadas por la ingesta de aves, a las que llamaron gripes aviares, o la porcina ocasionada por consumir cerdo”, mencionó el entrevistado.
Afirmó que el veganismo no solo ofrece un estilo de vida amable con otras especies, también brinda una alimentación más saludable, cosa que urge en nuestro país. “No hay investigaciones que digan que comer lechuga o brócoli causen cáncer, pero existen estudios que relacionan el consumo de carne con enfermedades crónicas y otras dolencias. Hoy más que nunca nos dimos cuenta lo importante que es comer bien y el veganismo la ofrece de manera tácita”.
Beneficios globales
En adición, los beneficios al planeta que ofrece el veganismo se vuelven cruciales para la crisis ambiental que vivimos, y que en gran parte es causada por la ganadería excesiva que genera Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Las principales fuentes de emisiones son la producción y el procesamiento de alimentos para los animales (45%), la fermentación entérica de rumiantes (39%), el almacenamiento y procesamiento de estiércol (10%) y el cambio en el uso de la tierra (6%), como lo mencionan los estudios realizados en el 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Según lo reportado por esta organización, las cadenas de producción ganadera emitieron globalmente un total de 8.1 gigatoneladas de dióxido de carbono tan solo en 2010, de las cuales 2.4 gigatoneladas fueron emitidas tan solo en Latinoamérica y el Caribe.
Por estas razones, Jorge Tinoco invita a la sociedad a tomar una de las 12 uvas en esta víspera de Año Nuevo y dedicarla a un nuevo propósito: iniciar en el veganismo este 2021.
El periodista dice que no se requiere empezar con un cambio drástico, el no consumir carne por un día puede ser un inicio, así como recurrir a los sustitutos que emulan la consistencia y texturas de los productos animales, pero reconoce que el cambio tardará y debe realizarse de manera progresiva hasta que el paladar se acostumbre a una nueva alimentación.
Iniciativas ciudadanas
“Hay iniciativas como el lunes sin carne, que a pesar de no tener un impacto directo, funciona como punto de partida para muchas personas. También es bueno recurrir a sustitutos que tienen texturas parecidas a la carne, tal como el seitán. Lo difícil es cambiar nuestra propia cultura, el mexicano está acostumbrado a servirse lentejas, pero al lado un bistec, es cuestión de ir cambiando nuestra alimentación diaria hasta que nuestros propios organismos se acostumbren al nuevo estilo de vida y poco a poco la necesidad de comer carne se quita de nuestros paladares”, concluye Jorge Tinoco.
