Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).-“Primero empezó con celos, luego fue la indiferencia. Yo pensé que era una táctica de llamar mi atención, pero poco a poco comenzaron los insultos”, cuenta una joven de 18 años a quien su primer amor le dejó heridas que no ha podido solucionar.
Aunque las alertas se encendieron en su relación, María -como quiere ser llamada por temor a ser identificada- tomó la decisión de vivir con su pareja y descubrir que el hogar también se vuelve un espacio inseguro.
María dejó sus sueños y metas para vivir con quien decía era el “amor de su vida”, al principio había buenos tratos y hasta regalos.
A los 15 años vivió bajo el mismo hogar con su novio, tuvieron una hija y a la par comenzaron los maltratos emocionales de la familia política, señala.
“Me decían que no sabía; me hacían sentir menos y siempre me descalificaban ante él… No pensé que era un tipo de violencia; pero yo noté que cada día me apagaba; me sentía triste y desvalorizada”, contó.
Los primeros cambios emocionales que atravesó por la violencia se hicieron notar en el estado de ánimo; luego en su imagen, no por gusto, sino porque sentía que no tenía el tiempo para arreglarse; también se manifestó en su confianza, dejó de escuchar su voz y se volvió una mujer incapaz de tomar decisiones por su cuenta.
Durante tres años padeció del maltrato emocional de su pareja y de su familia, hasta que una trabajadora social la escuchó y la canalizó a instituciones dedicadas a la protección de las mujeres.
“Mi mayor temor era que me quitaran a mi hija. Me amenazaban con ganarme la custodia y no dejármela ver”.
Actualmente, María ya dejó al padre de su hija y lucha por obtener la custodia completa, así como la pensión alimenticia en los tribunales, donde ha recobrado la confianza de poder defenderse y de no separarse de su hija, quien dice es el motor de su vida.
“No me arrepiento porque es un aprendizaje y también porque gracias a la relación tengo con mi bebé, ella es quien me da fuerza”.
Violencia en 6 de cada 10 mujeres
De acuerdo con la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer), en Michoacán, seis de cada 10 mujeres desde los 15 años han vivido un episodio de violencia con sus parejas sentimentales.
En entrevista, la titular de Seimujer, Nuria Gabriela Hernández Abarca, mencionó que, en Michoacán, del total de la población de mujeres de más de 15 años de edad, el 60 por ciento ha presentado un episodio de violencia, de ese porcentaje, 53 por ciento fue por parte de su pareja sentimental.
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De acuerdo con los testimonios de las casi 6 mil atenciones que ofreció la Seimujer en 2020, el 60 por ciento reportó violencia emocional, seguido por violencia física y violencia económica por parte de sus parejas.
Las mujeres que más violencia reportan son las jóvenes, de entre 20 a 40 años; pocos reportes son de las víctimas mayores de 40 años, según las estadísticas nacionales de comportamiento social que maneja el Instituto Nacional de Estadística Geográfica (INEGI).
La secretaria subrayó que el 79 por ciento de las mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica le ha comentado a una amiga o pariente, sin embargo, hasta ahora no se ha generado la empatía necesaria entre las michoacanas por ayudar a sus pares, debido a que no hay información suficiente sobre la violencia, dijo.
“Desgraciadamente no se apoya a la hermana, amiga o hija porque se normaliza la violencia doméstica”.
Mencionó que durante los meses de abril y mayo se elevaron los índices de violencia familiar a raíz del confinamiento, así se manifestó en las atenciones que realizaron en el 2020 en la dependencia, de las cuales el 45 por ciento fue por algún tipo de violencia registrado en el hogar.
Por lo anterior, en el mes de noviembre se creo el programa de “Escuelas para hombres”, donde se inscribieron mil personas, de las cuales 350 lograron terminar los cursos, mismos que se realizaron vía internet.
“El resto de los hombres desertaron por pena, ya que tenían que participar en los foros que se hacían cada viernes”, explicó.
En este año, la “Escuela para Hombres” tendrá dos modalidades, una que está abierta a través de información que se podrá descargar en dispositivos móviles y para los que quieran su certificado de acreditación tendrán que cursar los módulos en las salas virtuales.
