Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La organización del Frente de Izquierda, que buscó ser partido político local enfrentó obstáculos, desde amenazas de grupos criminales, retiro de apoyos gubernamentales a la gente que los apoyaba, hasta la presunta intromisión de autoridades que negaron permisos para hacer uso de plazas y espacios públicos para las asambleas.
El representante de la agrupación, Luis Juárez Zapatero, consideró que los requisitos solicitados por el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) sólo pueden cumplirse por personas que forman parte del mismo sistema político actual, o bien, personajes con recursos económicos para cubrir los gastos requeridos para efectuar las 75 asambleas en territorio michoacano.
Te puede interesar: Organizaciones que buscan ser partidos políticos realizarán asamblea estatal
Desde su punto de vista, los requerimientos no sólo obstaculizan las tareas de conformación del partido, sino que nulifican el libre derecho de asociación política, ya que además de cumplir con las asambleas municipales o distritales también deben garantizar un número de 10 mil afiliados.
En entrevista con El Sol de Morelia, denunció que el IEM no brinda seguridad para quienes están en proceso de registro como partido local, tanto así que desde que iniciaron la búsqueda de las asambleas hubo problemas para implementarlas por las amenazas recibidas de forma directa por parte del crimen organizado.
Estos grupos exigieron la cancelación de las mismas sin que hubiera protección de por medio de los elementos policiales.
Puntualizó que como organización decidieron no presentar denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por no tener las condiciones y también porque se pondría en riesgo la vida de quienes acudieron a las asambleas.
“También, no confiamos en las autoridades para que otorgara la protección”, indicó el activista. La constitución, las leyes electorales federales y estatales nulifican el derecho de libre asociación política y el derecho de votar y ser votado
Además, refirió que los gobiernos, tanto el estatal como los municipales, hicieron acciones para dificultar las asambleas al negar espacios públicos como plazas o auditorios para que se llevaran a cabo.
Juárez Zapatero señaló que a varios de sus simpatizantes que laboran en diferentes áreas del gobierno estatal los retiraron de la nómina y no les pagaron quincenas por el solo hecho de expresar su simpatía con el Frente de Izquierda.
De igual manera, reveló que a una gran cantidad de personas se les advirtió que si participaban en las reuniones se les retiraría el apoyo de algún programa social.