Morelia, Michoacán. Presidentes municipales han sido históricamente blanco de violencia en Michoacán. Muestra de lo anterior es que durante la última década al menos una decena han sido asesinados.
La vulnerabilidad de estos servidores públicos quedó de manifiesto durante los últimos días cuando la presidenta municipal de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa fue privada de la libertad por hombres armados en el vecino estado de Jalisco.
La alcaldesa apareció con vida casi 60 horas después a bordo de un autobús que salió de Mazamitla, Jalisco.
El caso ha sido particularmente seguido pues se trata de la segunda alcaldesa en haber sido levantada en el estado en los años recientes
LOS ALCALDES ASESINADOS
El 19 de noviembre del 2012, María Santos Gorrostrieta Salazar, ex alcaldesa de Tiquicheo fue localizada asesinada en el municipio de Cuitzeo. Gorrostrieta había sobrevivido a dos atentados durante su gestión y finalmente fue secuestrada, torturada y asesinada.
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Previamente entre el 2009 y el 2011 fueron asesinados tres presidentes municipales: Octavio Manuel Castellanos, alcalde de Vista Hermosa quien fue atacado a balazos el 24 de febrero del 2009; Gustavo Sánchez Cervantes, alcalde de Tancítaro, fue localizado con signos de tortura en diciembre del 2009, mientras que Ricardo Guzmán Romero, alcalde de La Piedad fue asesinado el 2 de noviembre del 2011.
El 2013 fue el año que históricamente ha acumulado más asesinatos de presidentes municipales y representantes populares en Michoacán.
Tan solo en 12 meses fueron privados de la vida dos ediles: Wilfrido Flores Villa, alcalde de interino de Nahuatzen, quien perdió la vida en un ataque registrado en Pátzcuaro el 5 de febrero e Ygnacio López Mendoza, presidente municipal de Santa Ana Maya, el 9 de noviembre y un diputado local: Osbaldo Esquivel quien fue muerto a machetazos cuando salía de su domicilio en Morelia.
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En marzo del 2014 corrió con la misma suerte el alcalde de Gustavo Garibay García, edil de Tanhuato.
Los crímenes contra alcaldes en el estado se detuvieron durante tres años y fue hasta el 2017 cuando se registró uno más. En octubre ese año, el alcalde de Paracho, Stalin Sánchez González fue baleado fuera de su domicilio perdiendo la vida en el acto.
Nueve meses después, el 20 de julio del 2018, el presidente municipal electo de Buenavista, Elíseo Delgado Sánchez fue asesinado al salir de un restaurante y en abril del 2019, David Otlica Avilés, edil de Nahuatzen, fue encontrado sin vida en un predio de El Cortijo Viejo, municipio de Coeneo.
En mayo del 2021, apenas un mes antes del proceso electoral de ese año en Uruapan, fue reportado como desaparecido después de haber sido “levantado” por hombres armados, el candidato del Partido Verde Ecologista de México, Omar Plancarte y un mes después, en junio después de la jornada electoral, el alcalde electo de Penjamillo, Gilberto Mejía Salgado fue levantado cuando abría su negocio, sin que a la fecha se conozca su paradero
Durante la presente administración estatal, dos presidentes municipales han sido asesinados.
En febrero del 2022, tras permanecer desaparecido durante más de 48 horas, fue encontrado sin vida Enrique Velázquez Orzoco, alcalde de Contepec y apenas un mes después, en marzo de ese mismo año, el edil de Aguililla, César Valencia Caballero fue asesinado cuando se dirigía a la presidencia municipal a bordo de una camioneta de su propiedad.
ALCALDES CON SEGURIDAD
El Secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña dio a conocer en días recientes que actualmente suman once los presidentes municipales que cuentan con seguridad personal tras haber sido víctimas de amenazas.
Sin embargo, el funcionario evito dar detalles sobre la identidad de los alcaldes en esta situación.
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Al respecto, el secretario de Seguridad Pública (SSP), José Alfredo Ortega Reyes, indicó que la dependencia cuenta con 50 efectivos para brindar seguridad a presidentes municipales.
Aseguró que estos 50 elementos son suficientes y que el número crece dependiendo de la necesidad.
