Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).-A consecuencia de la “omisión y corrupción” que gira en torno a la producción de aguacate en Michoacán, sólo un 80 por ciento de las huertas productoras del llamado “oro verde” cuentan con argumentos legales para poder operar, según comentó el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Arturo Chacón Torres.
En tanto, de acuerdo con datos ofrecidos en 2017 por la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), en Michoacán existen cerca de 35 mil huertas irregulares de aguacate, mismas que operan sin antes haber solicitado el permiso de cambio de uso de suelo correspondiente.
Ante este escenario, la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (Cofom) registra una tasa de deforestación anual de 66 mil 762 hectáreas, siendo la producción de aguacate uno de los principales problemas que aquejan a la riqueza natural que viste a Michoacán.
Incluso, en el informe proporcionado por la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial –en 2017-, se reconoce que Michoacán ocupa el tercer lugar entre las entidades con mayor deforestación anual.
La información actualizada de la situación en que se encuentra el estado por los niveles de deforestación que genera la producción de aguacate fue solicitada al titular de la Semaccdet, Ricardo Luna García; sin embargo, éste ignoró las reiteradas peticiones emitidas por El Sol de Morelia.
Impera ilegalidad en producción de aguacate
De acuerdo con el investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la UMSNH, Arturo Chacón Torres, de las 350 mil hectáreas de aguacate que, dijo, están operando actualmente en territorio michoacano, al menos un 80 por ciento no se ajustó a un dictamen de uso de suelo.
“Un 80 por ciento de las huertas aguacateras no hicieron cambio de uso de suelo, aunque después se legalizaron por razones políticas o de corrupción, pero nunca ha habido un estudio de cambio de uso de suelo para instalar una huerta de aguacate”, lamentó.
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En medio de la “omisión” que dijo encontrar en las autoridades respecto a este tema, el investigador de la Universidad Michoacana alarmó sobre las consecuencias ambientales que ya se están presentando a consecuencia de la falta de regulación en la producción de aguacate, tras precisar que, por cada huerta activa, “se pierde agua que nutre a tres o cuatro hectáreas de bosque”.
Entre las consecuencias del crecimiento exponencial del cultivo de aguacate, dijo, destacan, la erosión de suelos, contaminación de mantos acuíferos y cuerpos de agua y enfermedades causadas por el uso de agroquímicos.
Aunque dijo tener conocimiento de que serían al menos 350 mil hectáreas de aguacate las que se encuentra activas a nivel estatal, reconoció que, “es difícil contar un dato preciso, porque las autoridades no responden a la contingencia ambiental que vivimos por el crecimiento de cultivos, dudo mucho que incluso ellas, las autoridades, tengan un dato preciso”.
Cae superficie arbolada
Con base en información proporcionada por la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, de 1990 a 2010 la superficie arbolada de Michoacán decreció por un millón 355 mil 060 hectáreas, ante lo que la institución reconoce que el cambio de uso de suelo con fines agrícolas encabezaría entre las principales causas de este deterioro ambiental.
De la superficie arbolada afectada, según informó la dependencia estatal, 630 mil hectáreas corresponden a zonas boscosas y 750 mil a reservas ubicadas principalmente en la Sierra-Costa Nahua.
Como se mencionó al inicio de esta nota informativa, la Cofom reconoce que la tasa de deforestación anual que registra Michoacán es de 66 mil 762 hectáreas, de lo que se desprenden importantes áreas naturales devastadas por intereses de carácter agrícola.
Campo michoacano, sin gobierno
El presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Uruapan, José Luis Mata Talavera, dijo estar consciente de la problemática ambiental que gira en torno a la producción de aguacate. Sin embargo, aseguró que, “el principal responsable es el gobierno porque no funge como árbitro, no existen regulaciones, no existen normativas”.
“Aquí, en el campo, no tenemos gobierno”, condenó el líder campesino para luego condenar que las autoridades sigan permitiendo una proliferación desmedida de productores que, dijo, no cuentan con un aval legal para operar conforme a las normativas ambientales existentes en el estado.
Aunado a esta problemática, dijo, “el gobierno estatal ha permitido que ingresen productores de otros estados, porque Michoacán es el único que cumple con las normativas que calidad para exportación, y prefieren dejarle todo a grandes productores, cuando nosotros, los productores sociales, carecemos de apoyos gubernamentales”.
“Nosotros también estamos en contra de que se destruyan nuestros bosques, pero el principal responsable es el gobierno, porque no existe una regulación clara, o si existe, no se aplica”, refutó.