Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).- La dependencia indicó que el programa Agua de Calidad Bacteriológica examinó 15 mil 334 muestras de cloro residual y mil 922 análisis microbiológicos en los primeros meses, verificando la potabilidad del agua en el estado. Asimismo, de enero a abril se realizaron 23 verificaciones en purificadoras y 84 muestreos de productos; solo 8 incumplían normas.
En Morelia, la SSM, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), se supervisa la calidad del agua según la Norma Oficial Mexicana NOM-127, que establece criterios para el agua de consumo humano en México, incluyendo límites para contaminantes químicos y microbiológicos, asegurando que el agua tratada y consumida cumpla requisitos de bienestar de la población.
En este punto, el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) indicó que se ofrecen servicios de laboratorio para conocer la calidad del agua y garantizar que el líquido reúna las condiciones de idoneidad requeridas. El Organismo indicó que el agua de la capital es 100 por ciento potable.
La calidad del agua se evalúa teniendo en cuenta varios parámetros y contaminantes para asegurar que el agua pueda ser apta para el consumo humano y el medio ambiente. Los parámetros y contaminantes clave que se consideran incluyen análisis de microorganismos patógenos, sólidos suspendidos, sustancia química inorgánica, sustancias químicas orgánicas, pH, dureza, cloro residual, turbidez, entre otros.
El agua potable para el consumo humano debe cumplir ciertas normas. Debe tener bajo nivel de microorganismos patógenos, sólidos suspendidos y sustancias químicas orgánicas. El pH ideal es de 6.5 a 8.5. Igualmente, la baja dureza y turbidez evitan problemas de sabor y claridad. Se prefiere bajo contenido de sustancias químicas inorgánicas y cloro residual para desinfección. Evitar excesos de plomo, mercurio, nitratos, entre otros. Y una concentración de fluoruro en el agua potable de 1 miligramos por litro.
El pH del agua es un indicador clave de su acidez o alcalinidad. Esta medida, que oscila entre 0 y 14, tiene un impacto significativo en diversas áreas. Los valores de pH por debajo de 7 indican acidez, mientras que los valores más altos indican alcalinidad. En la vida cotidiana, el pH es importante porque puede afectar la eficacia de los procesos químicos y la salud de los organismos acuáticos y terrestres. Y al mismo tiempo, el alto flúor puede provocar descalcificación ósea.
Beber agua con pH anormal puede afectar al organismo. El agua muy ácida puede irritar el sistema digestivo, disminuir la actividad del sistema inmune, dañar tejidos, piel, cabello y las uñas. El agua muy alcalina puede desequilibrar la digestión y nutrientes. La agua ideal debe tener un pH neutro cerca de 7 para un consumo saludable. Además, es importante utilizar agua que esté libre de contaminantes y sea segura para el contacto con la piel.
VIDA Y AGUA
El agua adopta diversas formas y funciones en la vida diaria. Tipos comunes incluyen agua potable para consumo humano, el agua mineral con minerales naturales, destilada y desionizada utilizada en laboratorios e industrias.
Además, la agua de mar desalinizada, agua dura y blanda con minerales, agua subterránea en acuíferos y agua residual, las cuales algunas pueden tratarse para el ambiente o usarse como agua potable.
Desde la ducha matutina hasta el vaso de agua antes de dormir, la calidad del agua que usamos impacta directamente en nuestra salud. Para garantizar que el agua sea segura para el consumo humano, el proceso de desinfección es fundamental. La desinfección por dióxido de cloro, la ozonización, la radiación ultravioleta y la cloración ayudan a mantener la integridad del agua y eliminar microorganismos patógenos dañinos a la salud humana.
En el marco de la Semana Mundial del Agua, es necesario recordar la importancia vital de este recurso y la necesidad de tomar medidas para su protección. También es un momento oportuno para valorar el proceso y el esfuerzo que se dedican para asegurar que el agua que llega a nuestros hogares cumpla con los estándares de calidad en términos de salud.