Adultos mayores enfrentan aislamiento

Entre películas, juegos de mesa y citas televisivas con López-Gatell, resisten la contingencia

Víctor Ruiz | El Sol de Morelia

  · lunes 27 de abril de 2020

Foto: Archivo

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Antes de aceptar el aislamiento, Paula Valadez Salazar, Gregorio Franco Fuentes y Guadalupe Salazar se reunieron por última vez con la familia para cenar. Fue una especie de despedida por tiempo indefinido.


Los tres son adultos mayores y ante el Covid-19, optaron por resguardarse en casa. A Gregorio Franco de 74 años le costó más trabajo. Acostumbrado al deporte y a nadar todos los días en el club, el encierro no le vino bien los primeros días.

Desde que me jubilé no hay día que no vaya a entrenar, a competir, es muy raro que falte y ahora es difícil no poder hacerlo, pero uno se termina adaptando a las circunstancias


Paula Valadez, esposa de Gregorio, tiene 65 años de edad y aunque también estaba acostumbrada a visitar a su hija, por ahora se ha reservado y prefiere tomar todas las medidas de prevención.

Considera que estar aislada es por su bien, lo entiende de esa manera para digerirlo de mejor forma. "Ahorita la prioridad es protegernos, realmente no sabemos qué tan peligroso puede llegar a ser este virus, sobre todo en la gente que ya es grande".

Quizás sea Guadalupe Salazar la que mejor se ha adaptado a la cuarentena. Con 85 años de edad, confiesa que ya eran contadas las ocasiones que salía a la calle, por lo que su rutina se ha mantenido estable.




Sobre los alimentos, son sus hijos quienes se han encargado de llevarlos. Una vez por semana se llaman por teléfono y preguntan respecto a sus necesidades para acudir al supermercado a surtir la despensa.

Para pasar el tiempo, los tres miran películas, juegan baraja americana y se mantienen al tanto de los noticieros para conocer la actualidad de Covid-19. A eso de las 19:00 horas, se ha vuelto una tradición sentarse frente al televisor para tener una cita con el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell.

Antes de dormir, Paula hace videollamada con 3 de sus nietos, los más pequeños. Se cuentan las actividades del día, bromean y siempre les hace la promesa de que ya pronto terminará todo y podrán volver a encontrarse los fines de semana.