Nacho Vidal, conocido actor y productor de cine para adultos, fue procesado por homicidio imprudente por la muerte del fotógrafo de valenciano José Luis Abad, quien perdió la vida por “inhalar veneno de sapo” en medio de un ritual místico en 2019.
El pasado 3 de junio el actor porno fue detenido por la Guardia Civil de España acusado por dicho homicidio y nueve meses después, con libertad condicional, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Xàtiva consideró que los hechos ocurridos el 28 de julio del 2019 en una vivienda de Vidal, ubicada en Enguera, “podrían ser constitutivos de un delito”.
De acuerdo con Europa Press, la jueza decretó el sobreseimiento de las diligencias para una prima del actor y otro investigado, quienes se encontraban en el rito del llamado “sapo bufo”; no obstante, aunque ambos se encontraban en el lugar, la impartidora de justicia indicó que ninguno de los dos tenía “el control de la situación” ni realizaba “actividades de dirección de la misma”, motivo por el cual la responsabilidad recae en Nacho Vidal, único procesado.
La resolución fue notificada este miércoles y establece un plazo de 10 días para que la Fiscalía formule el escrito de acusación y pida la apertura de un juicio oral.
▶️Detienen al actor porno Nacho Vidal por homicidio durante rito chamánico
“El sapo bufo”
Las investigaciones en torno a la muerte del fotógrafo concluyen que la víctima falleció por una reacción adversa a las drogas luego de participar en una “práctica, rito o experiencia espiritual o mística” que consiste en inhalar el humo de la combustión de las escamas del conocido como “veneno de sapo”.
Las indagatorias también señalan a Vidal como el “director” del rito, “dada la experiencia que tenía en estos actos”, asegura. Asimismo se le acusa de que fue él quien proporcionó la sustancia sin controlar la cantidad suministrada.
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Finalmente, la jueza aseguró que el rito se practicó “sin ningún tipo de precaución por si se complicaba”, pues tras investigar, no se pudo constatar que en el domicilio “hubiera material de primeros auxilios o desfibrilador alguno” o que el actor “supiera realizar correctamente una maniobra de recuperación respiratoria”.
“Ante un pretendido ritual que resultó irracional, temerario y peligroso, Ignacio J. G. actuó sin ningún tipo de rigurosidad ni se anticipó a los riesgos que finalmente se produjeron”, indicó la impartidora de justicia y añadió que no es “de ningún modo admisible” que la metilbufotenina, compuesto psicoactivo presente en el veneno del sapo de la especie Bufo Alvarius, pueda ser medicinal, “ya que no se encuentra catalogada ni controlada por el Ministerio de Sanidad”.
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