Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).- El cultivo de la almendra es un proceso cuidadoso, este comienza en invierno, los almendros pasan por un periodo de latencia o de reposo, pierden sus hojas y bajan su actividad natural, llamado descanso invernal, esta fase es clave para la calidad y éxito de la cosecha.
Durante dicho periodo es indispensable para asegurar la cosecha acciones como:
- Labores de poda.
- Arado del terreno.
- Preparación del abonado de fondo para la siguiente campaña.
- Tratamientos fitosanitarios relacionados con los hongos.
Una vez realizado lo anterior, al comienzo de la primavera se podrán a empezar a ver los primeros almendros florecer, esta etapa varía en función de cada variedad de almendro.
La floración empieza aproximadamente durante febrero culminando en marzo, esto dependiendo si la variedad es más tardía o más temprana, las variedades más tempranas, tienen por mayor riesgo de sufrir heladas que pueden afectar al fruto.
Las almendras tiene variedades, entre las que se encuentran las que son autofertiles, y las que necesitan de la acción de insectos como las abejas, a continuación te explicamos un poco más:
- Marcona y Largueta: Variedades tradicionales, que necesitan de otra variedad polinizadora, para estas es imprescindible el vuelo de las abejas para transportar el pole de un árbol a otro.
- Guara, Belona o Lauranne: Autofertiles y de floración tardía, mejoran el panorama agronómico, y ofrecen soluciones a problemas relacionados con las condiciones climatológicas.
Una vez que las flores son fecundadas, se desarrolla el fruto, el cual aumenta su tamaño durante los meses siguientes hasta la maduración, durante la temporada estival, durante esta etapa se deben cuidar factores como el agua, las plagas y enfermedades o la climatología.
Durante los meses de marzo y junio se completa la floración y fecundación de los futuros frutos, comienza el cuajado y el desarrollo de los granos de almendra, los cuales maduran y crecen hasta su tamaño completo, esto mientras su cáscara se endurece y se forma otra cáscara exterior protectora más blanca. En esta parte, los nutrientes, y el agua son esenciales para la evolución del fruto.
Será hasta el verano cuando el fruto abra su corteza exterior, y esto será un indicador de que está en un estado óptimo de maduración.
Para la recolección se realiza la técnica del paraguas invertido, en el cual se utiliza un tractor que hace vibrar al almendro para que el fruto caiga y pueda ser recogido.
Ya con el fruto recolectado, este debe ser acondicionado, es decir retirarle las cáscaras con ayuda de una máquina rompedora que dispone de rodillos para partirla y separarla, y después pasar por el repelado y ser distribuida para quienes decidan consumirla.