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La Secretaría de Marina (Semar) gastará 22 millones 963 mil 787 pesos en la compra de tres drones y la misma cantidad de cámaras infrarrojas que se utilizarán para vigilar las actividades de los cárteles de Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación.
“En el presente año se requiere integrar un Sistema Aéreo No Tripulado (SANT) a las operaciones que se desarrollan en el estado de Guanajuato, a fin de apoyar a la generación de inteligencia, la cual se complementará con la generada a través de vuelos de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), y con esto reducir los índices de violencia que actualmente superan la media del país, provocados por la disputa de los grupos delincuenciales que imperan en el área como el cártel de Santa Rosa de Lima y cártel Jalisco Nueva Generación”, expuso la dependencia en un proyecto de inversión presentado ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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Las tareas del sistema de drones estarán enfocadas en darle seguimiento al robo de hidrocarburos en Guanajuato, específicamente en un corredor que va de León a Los Paseos y pasa por Salamanca, Irapuato y Celaya, conocido como “El Triángulo de Guanajuato” o “El Triángulo de las Bermudas”.
Con estas acciones, la administración también busca reducir el déficit de horas de vuelo de vigilancia en el país. Según la Semar, en 2019 se requirieron cuatro mil 300 horas de vuelo, de las cuales sólo se cubrieron mil 182, lo cual impactó en los resultados de la institución y del Gobierno federal en materia de seguridad.
Este déficit en las horas de vuelo data desde 2014, cuando se compró el primer SANT, y se prevé que para 2021 la capacidad de vigilancia ISR sea de, por lo menos, cinco mil horas, gracias a tareas de reconocimiento cotidiano, combate al sargazo e inseguridad en diversos puntos del país.
Actualmente, la Semar cuenta con sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento distribuidos a lo largo de los mandos navales de Topolobampo y Teacapan, en Sinaloa; Dos Bocas, Tabasco; y en Puerto Peñasco, Sonora; pero ya cumplieron con su tiempo de vida y resultan obsoletos para desarrollar todas las acciones previstas.
“Estos sistemas tripulados y no tripulados resultan insuficientes para cubrir eficientemente el territorio nacional, por lo que a mediano plazo se tendrá la necesidad de fortalecer la capacidad de respuesta operativa a través del incremento de sistemas de vigilancia”, puntualizó.
Sin embargo, aún con la adquisición de estos productos, se prevé que el Gobierno Federal tendrá un déficit de 54 por ciento en las horas de vuelo para la vigilancia de zonas de riesgo en el país.
Actualmente, la Secretaría de Marina cuenta con 15 aeronaves no tripuladas en cinco paquetes, repartidos en cinco Sistemas Aéreos No Tripulados, lo que repersenta casi 12 mil horas de vuelo.
La inversión de la Semar modernizará al SANT 1, sistema que ya cumplió con su vida útil.
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