La economía de México sufrió en el primer trimestre su peor caída en casi 11 años, aunque se contrajo menos de lo que se había calculado inicialmente, ante un crecimiento en las actividades agrícolas que compensó un débil desempeño de la manufactura y los servicios.
El Producto Interno Bruto (PIB) descendió un 1.2% entre enero y marzo a tasa desestacionalizada, en su cuarto trimestre consecutivo en declive, de acuerdo con cifras divulgadas el martes por el instituto nacional de estadística (Inegi).
Una estimación preliminar dada a conocer a finales de abril apuntó a que la segunda mayor economía de América Latina había caído a una tasa del 1.6% en el periodo.
Aun así, se trató del peor comportamiento de la economía desde el segundo trimestre de 2009, a pesar de que la actividad productiva aún no resentía de lleno los estragos del coronavirus, que hasta ahora ha dejado más de 7 mil 500 decesos en el país.
Los detalles del informe mostraron revisiones en todos los componentes del PIB, con lo cual las actividades agropecuarias crecieron un 1.7%, mientras que el sector servicios disminuyó un 1.2% y la actividad industrial cayó un 0.9% frente al trimestre anterior.
México comenzó a imponer restricciones a la actividad productiva hasta finales de marzo, por lo que analistas anticipan que el impacto principal de la pandemia se refleje completamente hasta el segundo trimestre y que la economía se hunda hasta un 10% este año.
A tasa interanual en cifras originales, el PIB registró una contracción del 1.4% entre enero y marzo, también por debajo del 1.6% estimado previamente por el Inegi.
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