A pesar de la progresiva implementación de candados de seguridad en los billetes mexicanos, la falsificación aún es una actividad del crimen organizado. Del 2006 al 2017 el número de piezas falsas detectadas por el Banco de México creció en 42%.
No obstante, a medida que también los billetes originales también han aumentado su número, el peso de los billetes falsos es menor; mientras que en 2006 por cada millón de piezas originales se detectaron 118 falsas, en 2017 esta proporción descendió a sólo 64.