El primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá una caída de 10.7 %, en la Inversión Extranjera Directa (IED) en relación con el cierre de 2018, un dólar más caro y un crecimiento económico que apenas llegará a 1.8%, estimaron los especialistas consultados por el Banco de México (Banxico).
En 2019, el país recibirá un estimado de 25 mil millones de dólares en IED, contra 28 mil esperados para este año.
Para los 32 grupos de análisis integrados en la encuesta, el tipo de cambio subirá a 20.59 pesos por dólar en el mercado interbancario, lo que representó un alza de 26 centavos en relación con el resultado de noviembre.
En términos del Producto Interno Bruto, el panorama es complicado no sólo para el año entrante, sino para la primera mitad del sexenio, pues el punto más alto que prevén los analistas llegará hasta 2021, y se ubica en 2.2 %, lejos del cuatro por ciento prometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estos factores no sólo afectan a las condiciones financieras del país, sino al presupuesto, pues forman parte de los Criterios Generales de Política Económica, que funcionan como la base para calcular cuánto dinero tendrá disponible el gobierno federal para gastar.
El subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró la semana anterior que el gobierno federal utilizaría las expectativas expresadas en la encuesta de Banxico correspondiente a octubre para la realización del presupuesto, mismas que son más optimistas que las correspondientes al último mes del año.
“Aunque no son las mejores, todavía son metas que se pueden alcanzar el año entrante. Me preocuparía más que dijera (el gobierno federal) que el país va a crecer tres por ciento, pero no lo han hecho”, aseguró Jorge Gordillo, director de Análisis Económico de CI Banco, aunque reconoció que hubiera sido mejor que tomaran los resultados de noviembre como referencia para la construcción del presupuesto.
Abundó que desde la encuesta anterior, los expertos ya estimaban un menor ritmo de aceleración de la economía mexicana para el año entrante, pues esperaban un crecimiento de 1.9%.
No sorprende la baja en las expectativas, ya la hemos visto en los últimos tres meses. La caída en el PIB sí es considerable, pero no son irracionales, no están fuera de rango
Jorge Gordillo.
Además, Alejandro García, Investigador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, aseguró que si se mueve el tamaño del PIB, “se modifica bastante el marco macroeconómico, porque eso significa una reducción fuerte al gasto”.
El Producto Interno Bruto, abundó, es un indicador que permite calcular los impuestos que entrarán a la Hacienda Pública y permite determinar si la deuda tendrá un mayor peso en el año, debido a que el PIB es el punto de partida para estimar los recursos disponibles para pagar.