El aguacate poblano, no es rehén de la violencia y el crimen organizado a diferencia de otras entidades del país. En el estado de Puebla, el único problema al que se enfrentan los productores es a la inflación, pues ha provocado que disminuyan el uso de fertilizantes para evitar altos costos de producción y con ello, ha bajado el rendimiento.
En entrevista con este medio, los productores coincidieron en que en el estado de Puebla el crimen organizado no está asediando el negocio del aguacate. Celebraron esta situación y esperan que las tierras sigan igual de seguras. Sólo han ocurrido hurtos menores, pero creen que ha sido la misma gente de los alrededores o su competencia.
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Sin embargo, un problema que sí es real en tierras poblanas es la inflación. La inflación ha dado como resultado precios altos en los fertilizantes, y al estar con un costo elevado, los productores compran poco, lo que genera poco rendimiento en las tierras. Aunque se considera un producto caro, la realidad es que los productores no generan mucha ganancia y el costo “apenas se viene recuperando”.
Mariela Solís Rondero, productora de aguacate en el estado, compartió que se ha ido recuperando poco a poco el precio de venta. Actualmente, se vende en huerta a 25 el kilo en tamaño mediano y el grande en 30 pesos. Aunque aceptó que no es el precio ideal porque los insumos como los fertilizantes siguen caros, esto debido a la inflación.
“Está subiendo el precio, pero eso para nosotros quiere decir que se está recuperando. No es el costo de venta ideal porque el tema de los fertilizantes y los demás insumos siguen caros, entonces en relación a otros mese sí ha mejorado. Hubo meses en donde se llegó a vender a 16 pesos, a la mitad, estaba malbaratado el precio”, comentó.
Lo ideal para Solís Rondero es que el kilo de aguacate eleve hasta 50 pesos el kilo en las huertas, esto para que los productores sean beneficiados. Explicó que el aumento de los precios se origina principalmente por el efecto estacionario en su ciclo agrícola, pero para esta época del año la inflación es el principal causante.
Por su parte, Óscar Villegas Ramírez, presidente del Sistema Producto Aguacate del Estado de Puebla AC, coincidió en que, en el territorio, el precio se va recuperando. Los medianos se están vendiendo en 25 pesos y los grandes en 30. De igual modo, aceptó que la inflación si “les ha pegado” por el precio de los fertilizantes.
“Está subiendo en comparación con los meses anteriores, de hecho, está muy barato a nivel nacional, pero ya se viene recuperando. En diciembre, enero se encontró en 12.50 pesos el kilo y ya anda en 30 pesos. No está tan caro, pero ya hay mejores ganancias”, agregó.
El productor considera que todo esto se debe a los fertilizantes y a la caída de los precios en los mercados internacionales.
Para concluir, otra productora, Berenice Martínez compartió que el precio está elevando en las últimas semanas, pero ella cree que esto se debe a que está escaseando el producto. “Está subiendo de precio por lo que comienza a escasear la fruta y por eso se suben todas partes”, concluyó.
De acuerdo al Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) el aguacate Hass de origen michoacano alcanzó un precio de 760 pesos por cada caja de nueve kilos en la Central de Abastos de la Ciudad de México, esto es, 84 pesos por kilo.
Para mayo de ese mismo año subió a mil pesos y así se mantuvo hasta julio, para luego descender gradualmente hasta llegar a los 300 pesos en marzo de este año.
El productor Jorge Coria explica que el año pasado los aguacateros se esperaron y “cortaron tarde”; en vez de hacerlo en noviembre, lo hicieron hasta abril, con lo que tuvieron el fruto en temporada atípica con mejores ganancias, llegando a los mercados en 80 pesos el kilo.
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En cambio, en este año el precio se derrumbó hasta los 27 pesos el kilo, lo que atribuye a una sobreproducción y menor calidad, ya que los calores son muy fuertes. “El año que entra es incierto, podrían beneficiarse los que cortan a tiempo, pero vamos a esperar cómo está el clima”.
El productor señala que hay mucho aguacate tirado en las huertas, pues las empresas de empaque son las que fijan los precios y para muchos agricultores no resultan rentables, así que prefieren no cortar. “Ellos son los que tienen toda la información y se ponen de acuerdo para determinar a cuánto lo compran”.
