Morelia, Michoacán .- En el marco del Día Mundial del Linfoma, descubramos más sobre esta enfermedad más común del sistema linfático, conocido como un tipo de cáncer de la sangre. Aunque no se puede prevenir, es crucial entenderlo para combatirlo eficazmente.
El linfoma es un tipo de cáncer o tipo de tumor maligno que afecta el sistema linfático y puede aparecer en cualquier órgano. Se manifiesta a través de síntomas como fiebre, fatiga y ganglios linfáticos inflamados. Existen dos tipos principales: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin, cada uno con características distintivas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de enero a agosto de 2020, hubo 683 mil 820 defunciones en México. El 9 por ciento que equivale a 60 mil 421 se debió a tumores malignos. En 2019, se registraron 88 mil 683 muertes por esta causa, representando el 12 por ciento del total de defunciones.
Asimismo, el número de mujeres que fallecieron por tumores malignos equivale a un 51 por ciento, mientras que la muerte de hombres, por esta misma causa, representa el 49 por ciento.
El linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático, parte importante de nuestras defensas. Tiene 4 subtipos: esclerosis nodular, celularidad mixta, rico en linfocitos y depleción linfocítica. Cada uno se comporta de manera diferente y requiere distintos enfoques de tratamiento.
La esclerosis nodular es el más común del linfoma de Hodgkin, se distingue por la formación de nódulos y tejido cicatricial en ganglios linfáticos. Suele presentarse con síntomas como fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso. Además, según el Inegi el linfoma de Hodgkin tiene una incidencia de 1.7 por cada 100 mil habitantes en México y una tasa de mortalidad de 0.39 por 100 mil habitantes.
El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer del sistema linfático, responsable de nuestras defensas. Puede causar síntomas como inflamación de ganglios, fiebre y fatiga. Existen más de 60 subtipos, cada uno con un comportamiento diferente y necesidades de tratamiento específicas. La tasa de incidencia en México según el Inegi es de 3.9 por cada 100 mil habitantes, y la tasa de mortalidad es de 2.9 por cada 10 mil habitantes.
Al mismo tiempo, el promedio de diagnóstico del linfoma no Hodgkin es de 45 a 55 años. Por otro lado, la Secretaría de Salud de México comenta que hasta el 98 por ciento de los casos de este tipo de esta enfermedad son curables con la detección oportuna y el tratamiento adecuado. Asimismo, este cáncer es el sexto más común en México, después del tumor de mama, cervicouterino, pulmón, próstata y colon.
Finalmente, la eficacia de curación del linfoma depende de su tipo y etapa. Cuando se descubre a tiempo y se trata con éxito, tiene un futuro prometedor. Las formas agresivas pueden generar problemas adicionales. Igualmente, los diagnósticos tempranos y el tratamiento individualizado bajo supervisión de especialistas en oncología son cruciales.