Morelia, Michoacán.-Pese a los mitos donde se cree que la tuberculosis ya no existe, sigue siendo un tema de salud pública aún presente, indicó el coordinador estatal del Programa de Tuberculosis en Michoacán, Felipe García Mora.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis, que se conmemora cada 24 de marzo, el especialista informó que esta patología afecta principalmente a los pulmones y, aunque puede atacar otras partes del cuerpo, "más del 80 por ciento es tuberculosis pulmonar".
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Esta enfermedad, precisó, se contagia a través de las gotas de saliva que contienen el Bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis) y que se expulsan al hablar, cantar, estornudar o toser poniendo en riesgo a las personas que conviven con quien la padece.
Debido a esto, es necesario la detección oportuna y actuar ante la situación. Entre los síntomas más frecuentes son tos crónica que dura más de dos semanas y en casos más avanzados puede venir acompañada de sangre, fiebre, fatiga, pérdida de peso y dolor de pecho.
En Michoacán, dijo que durante 2023 se registraron 320 casos de los cuales 275 correspondieron al tipo pulmonar; el resto se presentaron en áreas como los huesos, intestinos y meninges. En este año van detectados 65 casos; siendo 57 que afectan a los pulmones.
La mayor incidencia se localizó en Lázaro Cárdenas, tomando en cuenta su cercanía con el puerto y "porque hay población flotante o migrante que viene a trabajar, igual que turistas". En segundo lugar se encuentra Apatzingán; seguido de Morelia "por la cantidad poblacional que tiene".
El doctor compartió que este padecimiento se presenta más en hombres en la edad donde las personas se vuelven laboralmente activas. Sin embargo, los grupos de riesgo son adultas y adultos mayores, fumadores crónicos, personas con VIH, con diabetes mellitus, oncológicas o que serán próximas a un trasplante de órganos.
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La tuberculosis es curable si se lleva a cabo el tratamiento que consiste en la aplicación de los medicamentos Rifampicina (RIF), Isoniacida (INH) Pirazinamida (PZA) y Etambutol (EMB) durante los seis meses luego del diagnóstico; cuyos primeros dos son intensivos y los otros cuatro de mantenimiento.
Entre las medidas preventivas sin evitar pasar mucho tiempo en lugares concurridos, cerca de tosedores crónicos, el aseo del cuerpo, ventilación en las casas, mantener áreas limpias para que no se propague.