Morelia, Michoacán.- Los gatos son animalitos que por un lado pueden ser huraños e independientes pero por el otro amorosos y juguetones, en cualquier caso siempre hay que estar pendientes de su salud para que en caso de detectar un comportamiento diferente en tu minino, como la falta de apetito o decaído, acudas con un veterinario para un diagnóstico certero.
A continuación te dejamos una lista de las 5 enfermedades más comunes en los gatitos:
Leucemia felina: Se trata de un retrovirus, un padecimiento que debilita el sistema inmunológico al atacar sus células, con ello, los felinos podrían desarrollar patologías como anemia o cáncer. Su contagio es a través de la saliva, heces, leche u orina de otro gato infectado. Actualmente no existe una cura definitiva, sin embargo el animal puede llevar un tratamiento que le ayudará a sobrellevar la situación.
Entre los síntomas están las convulsiones, la pérdida de apetito y peso, problemas respiratorios y fiebre. Se previene con vacunación y otra opción es la esterilización para evitar el contacto con otros gatos y reducir el riesgo de contagio, así como separar las pertenencias de cada gato en caso de tener más de uno.
Inmunodeficiencia felina: Es la infección equivalente al VIH en humanos, su contagio se da por mordeduras o arañazos. Una madre contagiada puede transmitirlo por la placenta o en la lactancia. Su padecimiento causa un estado de inmunosupresión por lo que es más propenso a padecer infecciones. Suele afectar más a gatos adultos, callejeros y sin esterilizar. Entre sus síntomas están ganglios linfáticos inflamados, infecciones oculares y en la boca y pérdida de pelo.
No existe vacuna para su curación, pero sí tratamientos y cuidados para seguir de por vida. Nuevamente la esterilización es una gran opción para evitar el contagio.
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Panleucopenia felina: Es una enfermedad provocada por un parvovirus, es también conocido como enteritis infecciosa o moquillo felino. Es altamente contagiosa y afecta las células blancas de los mininos, reduce su sistema inmunitario e infecta el sistema digestivo, los tejidos linfoides y la médula ósea.
Su contagio se da al contacto con el virus ya sea en heces de otro animal o en objetos contaminados. Sus síntomas son: fiebre, vómitos, anorexia, diarrea o anemia. La enfermedad puede ser mortal pero con tratamiento adecuado el gato mejorará y se previene con la vacunación.
Otitis: afecta los oídos, es una enfermedad producida por la inflamación del epitelio de la zona auricular, provoca dolor e incluso la pérdida temporal de la audición. Es una enfermedad bacteriana. El gato puede presentar irritabilidad, agresividad, picor y caída de pelo en la zona.
La forma de prevenir esto es con la higiene de la zona, no permitir la humedad. En caso de padecerla el veterinario indicará el tratamiento a seguir.
Peritonitis infecciosa felina: se trata de un virus que causa la inflamación de la membrana que cubre las paredes abdominales y los órganos de los gatos. Los gatos jóvenes son más propensos a ello. El virus se transmite vía oral y se elimna con las heces.
Un gato infectado puede presentar pérdida de apetito, acumulación de líquido amarillento en la cavidad abdominal, problemas respiratorios, lesiones inflamatorias en ojos o sistema nervioso y temblorina. Aunque existe una vacuna, ésta no es del todo efectiva pues la enfermedad evoluciona de manera muy rápida. El tratamiento que brinde el especialista ayudará a mitigar el dolor y síntomas.
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