Gracias a investigaciones y a estudios del comportamiento animal, en la actualidad se conocen innumerables datos y curiosidades de los animales terrestres más grandes del mundo, los elefantes; sin embargo, posiblemente no conocías las siguientes cinco curiosidades que recopilamos de World Wide Fund for Nature (WWF).

1.- Entre ellos se comunican por su nombre

Hay muchos animales capaces de emitir sonidos para comunicarse, ya sea con miembros de la misma especie o para llamar la atención de los humanos, pero los elefantes poseen el barrito, el único sonido del mundo animal que tiene varios significados dependiendo de la intensidad de su frecuencia sonora; además estudios recientes comprobaron que se identifican y reconocen a ellos mismos usando sonidos específicos para cada ejemplar.

2.- Son matriarcales

Los grupos de elefantes son liderados por una hembra matriarca; ella es la que decide qué dirección debe tomar la manada y en la mayoría de los casos se trata de la más longeva del grupo. De acuerdo a estudios sobre su comportamiento, los elefantes machos, después de cumplir 12 años de edad se separan del grupo y se unen a otros machos.

3.- Largo embarazo

De entre los mamíferos, las hembras de los elefantes son las que tienen un periodo de gestación más prolongado, de 22 meses, casi dos años. Además, una vez nacidos, los bebés son amamantados durante otros cuatro años a pesar de que a esa edad ya pueden alimentarse solos.

4.- Grandes cerebros

Los elefantes tienen los cerebros más grandes del mundo animal; los ejemplares adultos llegan a tener cerebros de hasta 5 kilogramos de peso; su capacidad de entendimiento está justificada gracias a que tienen tres veces más neuronas que un ser humano. Estudios han descubierto que los elefantes también pueden padecer estrés postraumático y depresión, además tienen una gran capacidad de empatía hacia otras especies.

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5.- Muerte lenta

Los elefantes se encuentran en peligro de extinción, sin importar si se trata de la especie africana o la asiática, debido a la caza furtiva y al cambio de su hábitat; sin embargo, la mayoría de los ejemplares que llegan a la vejez mueren de inanición debido a que se quedan sin dientes, no pueden masticar y por consiguiente no se alimentan.