Morelia, Michoacán.- El Día del Fracking, conmemorado el 11 de octubre, es un recordatorio global de los riesgos asociados con la extracción de gas y petróleo por fracturación hidráulica.
El fracking o fractura hidráulica es un método de extracción de gas y petróleo que implica inyectar agua, arena y productos químicos a presión en formaciones rocosas subterráneas para liberar hidrocarburos. A pesar de que ha aumentado la producción de energía, ha generado creciente oposición debido a sus efectos ambientales y riesgos para la salud.
De acuerdo, al Centro de Información Nacional de Hidrocarburos y Pemex Exploración y Producción 56.8 por ciento de los pozos petroleros del municipio de Papantla, Veracruz, ha usado fracking. Sin embargo, no son los únicos pozos petroleros en el país donde se utiliza esta técnica tan agresiva al medio ambiente y la salud humana.
Las consecuencias ambientales se centran en su impacto en el agua, suelo y aire. Al aplicar este método se contamina el agua y se consume mucho. Además, esta técnica provoca la liberación de gases de efecto invernadero que se puede ver en el calentamiento global. Por otro lado, aumenta el riesgo de terremotos inducidos por el desequilibrio de la alteración de la corteza terrestre.
Los riesgos que muestra el fracking a la salud humana tiene que ver en relación con la liberación de los productos químicos tóxicos que se desprenden en el aire y agua, cercanos a las zonas de extracción. Los seres vivos cercanos a estos espacios tienen el peligro de presentar problemas respiratorios, afecciones dermatológicas, problemas neurológicos, enfermedades crónicas, entre otros.
A pesar que el fracking ha sido un impulso económico para el país con mayores reservas de gas y petróleo, este ha generado graves problemas en el medio ambiente. Los que conocen y comprenden este problema optan por ir en contra de ello. Sin embargo, hay otros que defienden esta técnica, ya que solamente observan los beneficios económicos que provoca.
El Día del Fracking es un recordatorio para conocer y dialogar de esta técnica que se realiza para la extracción de gas y petróleo. Al conocer y saber sus consecuencias es más fácil alzar la voz y pensar sobre nuestro futuro energético. ¿Continuar con prácticas arriesgadas o abrazar alternativas sostenibles?