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Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En un intento por concientizar y enseñar a las nuevas generaciones la importancia de la separación y reutilización de la basura, el Museo de los Residuos SOS continúa realizando talleres donde latas, papel y botellas son convertidas en adornos o juguetes. Le han llamado ‘recicloterapia’ y está dirigida lo mismo a niños que a adultos.
Además, envases, cartón, lámina y otros artículos y materiales son usados para acrecentar la colección de figuras que exhiben, aunque el esfuerzo pareciera inútil y casi no visto, pues, para empezar, el reglamento que marca la separación de basura en el municipio de Morelia es letra muerta.
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La coordinadora del Área de educación ambiental del Museo de los Residuos SOS, Rosa Isela Jiménez Fuentes, comentó que aunque la separación de la basura en el municipio de Morelia se encuentra en el Reglamento General de limpieza pública del municipio –en concreto, se habla de la separación en el artículo 36–, la realidad es que hasta el momento no se ha logrado que las familias separen sus residuos.
La situación continúa pese a que, incluso, se tienen establecidas multas que van de los 60 a los 70 UMAs (Unidad de Medida y Actualización); es decir, entre 600 o 700 pesos.
La funcionaria consideró, sin embargo, que es necesario que la ciudadanía vea la acción de separar su basura como algo natural y no como una imposición gubernamental; de lo contrario, únicamente se tendrán cambios momentáneos y no de manera permanente, lo que ocasionará que de nada sirva el esfuerzo.
Morelia, de acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Servicios Públicos del Ayuntamiento, produce un promedio diario de 700 toneladas de basura, es decir cuatro mil 900 toneladas por semana y al menos 19 mil por mes.
Acerca del Museo de los Residuos SOS
Creado en el 2016, el Museo de los Residuos SOS es el único en su especie en todo México al contar con una colección de figuras hechas con desperdicios, pero, además, generar acciones de concientización que puedan generar un cambio en este problema que se vuelve más grave en todo el mundo.
Jiménez Fuentes indicó quea través de la recicloterapia, las personas pueden disfrutar de convertir una botella de plástico, las hojas de su libreta usadas o hasta el cartón en diversas piezas que puedan estar en la sala de sus hogares o en algunos de los espacios de trabajo de sus padres, por lo que indicó que este es uno de los trabajos que más les gusta a los pequeños.
También mencionó que la creación de composta es otro de los cursos que se implementan, con lo cual ayudan al medio ambiente a no utilizar más fertilizantes para muchas de las frutas y verduras que consumimos a diario en nuestros hogares o restaurantes, por mencionar algunos.
Además, los visitantes conocen las esculturas hechas de llantas o incluso de cables, pasando por vasos y botellas, hasta llegar a materiales que no sabían que se podían reciclar, por lo que no sólo crean, sino imaginan lo importante que es el reciclaje en todo el mundo.
Para finalizar, comentó que los recorridos son totalmente gratuitos y se encuentran enfocados principalmente en primarias y secundarias.
Las instalaciones de este espacio se ubican en Periférico Paseo de la República 6500. Hasta antes de la pandemia, se registraban cuatro mil visitantes al año, cifra que espera recuperarse en los próximos meses.
Falta mucha difusión
Rosa Isela Jiménez explicó que al ser algo tan específico, el museo debería tener una zona más privilegiada, en una ubicación cerca del centro histórico, debido a que la mayoría de los espacios destinados como museos se encuentran dentro de la referida área, motivo por el que instó a los regidores municipales a que generen un punto de acuerdo y si no, moverlo, para que así se le de mayor exposición.
Sin embargo, dijo que continuarán atendiendo a las decenas de personas que acuden a este lugar, en busca de una nueva forma de ver la basura que diariamente desechamos por considerarla poco útil para nuestra vida diaria.
