El 21 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Té, y para celebrar, lo mejor es degustar el de tu preferencia tranquilamente; sin embargo, no caigas en el error de preparar una infusión.
Para muchos un té y una infusión son lo mismo, pero expertos culinarios afirman que existen varias diferencias para asegurar que se trata de bebidas completamente distintas, como sus ingredientes, propiedades y métodos de preparación.
Infusiones
De acuerdo al sitio eurote.mx, una infusión es una bebida preparada con agua caliente, a la que se agregan hojas secas, cortezas, flores o frutos de hierbas aromáticas.
A una infusión se las deja reposar durante varios minutos para conseguir aroma y sabor. Pueden ser infusiones herbales, como la manzanilla o la hierbabuena; infusiones florales, como la de flor de jazmín; o infusiones frutales, con frutos deshidratados, todos introducidos en agua caliente.
Té
Cuando hablamos de té la historia es distinta, el sitio thefoodtech explica que se trata de una bebida estimulante hecha con hojas extraídas de una planta de origen asiático llamada Camellia sinensis.
Se indica que actualmente hay muchas variedades de té que son identificados por su color: rojo, verde, negro, blanco, amarillo y azul; éstos, a diferencia de las infusiones, contiene teína, un alcaloide cristalino, blanco y de sabor amargo que actúa como estimulante.
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Preparación
Una diferencia evidente es que la infusión se prepara con agua caliente, pero sin hervir; el chiste es dejar que el ingrediente electo repose varios minutos en el agua para que desprenda su aroma y sabor.
Con el té es distinto, se alistan las hojas de la planta Camellia sinensis en agua muy caliente, hirviendo, para que podamos extraer todas sus propiedades.
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Propiedades
Los beneficios que obtenemos también son distintos si preparamos una infusión o un té; éste último contiene gandres cantidades de antioxidantes, además hidrata, protege nuestro sistema inmunológico y es diurético.
Los beneficios que obtenemos de una infusión dependen de la planta, flor o fruta que utilicemos para preparar nuestra bebida, eso sin olvidar que algunas personas añaden miel o limón para disfrutarla.