Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El 9 de noviembre 1934, en medio de una familia judío ucraniana de Nueva York nació uno de los divulgadores y científicos más importantes del siglo XX; Carl Sagan fue un astrónomo que colaboró con la NASA, realizó investigaciones sobre Venus, Júpiter y el cambio climático. Su trayectoria también destacó por llevar el conocimiento científico hacia los públicos masivos y a la educación.
En el año de 1960 se doctoró en astronomía y física por la Universidad de Chicago, pasó por distintas instituciones educativas como Harvard, Berkeley y la mayor parte de su trayectoria la llevó a cabo en la Universidad de Cornell.
Ya sea desde el aula, por medio de sus más de veinte libros o por su programa de televisión “Cosmos”, Sagan transmitió un mensaje sobre la admiración del universo, la pasión por la ciencia, la búsqueda de vida inteligente en el espacio y su crítica hacia los temas que consideró nocivos para la humanidad.
“El mundo es viejísimo y el ser humano sumamente joven. Los acontecimientos relevantes de nuestras vidas se miden en años o fracciones de tiempo aún más pequeñas, en tanto que la duración de una vida humana se reduce a unos pocos decenios, el linaje familiar a unos cuantos siglos y los hechos que registra la historia a unos milenios. Y, sin embargo, se extiende a nuestras espaldas un fantástico panorama temporal que se pierde en un pasado remotísimo del que apenas sabemos nada”.
Se lee en su libro “Los dragones del Edén”, ganador del premio Pulitzer en 1978 dentro de la categoría de Literatura General de No Ficción.
Alrededor de la vida y obra de Sagan nos encontramos con una serie de historias, una de las más destacables fue su encuentro con un chofer con quien tiene una conversación sobre pensamiento crítico y pseudociencias, relatado en su libro de 1995 “El mundo y sus demonios”.
“Quería saber de ciencia, pero toda la ciencia había sido expurgada antes de llegar a él. A este hombre le habían fallado nuestros recursos culturales, nuestro sistema educativo, nuestros medios de comunicación. Lo que la sociedad permitía que se filtrara eran principalmente apariencias y confusión. Nunca le habían enseñado a distinguir la ciencia real de la burda imitación”
“La ciencia origina una gran sensación de prodigio. Pero la pseudociencia también. Las popularizaciones dispersas y deficientes de la ciencia dejan unos espacios que la pseudociencia se apresura a llenar”, se lee en las primeras páginas de “El mundo y sus demonios”.
Un viaje personal por el cosmos
En 1980 salió a la luz uno de los proyectos más ambiciosos de Sagan, se trató de la miniserie documental de 13 episodios, “Cosmos: a personal voyage”, creada en colaboración con su esposa, la escritora y guionista Ann Druyan. Asimismo desarrolló un libro homónimo en el que habló sobre los mismos temas de la serie.
“Cosmos” presentaba a un Carl Sagan relatando complejos temas del universo, del sistema solar y de las galaxias; desde lo más amplio hasta lo más diminuto, el programa ahondó en las reacciones termonucleares en el interior de las estrellas y detalló el funcionamiento de una célula.
El desarrollo de temas como el espacio en cuatro dimensiones, la naturaleza de los números más grandes o la historia de la ciencia más antigua, influenciaron a científicos y comunicadores de la ciencia hasta nuestro días, pero también dejó en un legado en la mente de los aficionados, de las personas que no todos los días están en contacto con temas científicos.
Prueba de lo anterior es que “Cosmos” regresó al entretenimiento en el 2014 y en el 2020, con versiones conducidas por el astrofísico Neil DeGrasse Tyson y con la redacción de Ann Druyan.
Carl Sagan falleció un 20 de diciembre de 1996, tenía 62 años.
