Chiles en nogada, el sabor mexicano en septiembre

El toque de perejil, la salsa de nuez de castilla y la granada dotan de un sentimiento patriótico a este platillo

Felipe Bárcenas | El Sol de Morelia

  · lunes 18 de septiembre de 2023

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Morelia, Michoacán.- En este mes de septiembre la gastronomía mexicana toma un auge peculiar, y entre sus platillos más emblemáticos en esta temporada del año están los chiles en nogada.

Aunque no es un alimento originario de Michoacán, sino de Puebla, en Morelia existen diversos lugares donde se puede degustar exquisitas elaboraciones, y una de ellas es La Conspiración de 1809 que comanda la chef Cynthia Martínez.

Gustavo Ángeles, chef ejecutivo colaborador de Cynthia Martínez, fue quien platicó con El Sol de Morelia sobre este platillo y lo que distingue al restaurante al ofrecer uno de los chiles en nogada más ricos de Morelia.

“Aquí todo lo que servimos es rico, si comemos los mejores chiles en nogada aquí es porque les prestamos atención, como al resto de las preparaciones”, comentó el egresado del Centro Educativo Grupo CEDVA.


¿Dónde disfrutarlo?

Localizado en el portal Allende con número 209, este restaurante comenzó a ofrecer este platillo desde el mes de septiembre y el 15 y 30 de este mes, no será la excepción para consentir el paladar tanto de infancias, jóvenes y adultos, pues al tener un sabor agridulce, todos lo pueden probar.


El chile en nogada cobró popularidad porque a los mexicanos nos gusta el romanticismo, nos gusta que nos cuenten historias, y no hay un platillo que tenga tanta historia como este, de lo que ocurrió o lo que se dice que ocurrió para tenerlo

Respecto al costo por persona que se destinará para comer este alimento, explicó el chef, asciende a 325 pesos, “el chile es grande y puede ser acompañado por vino rosado seco o semiseco, o bien, un vino blanco seco, vino espumoso o champagne brut y vinos tintos”


Tiempo de elaboración

Con una elaboración laboriosa que lleva a destinar un aproximado de dos horas, este alimento, explicó el chef Gustavo Ángeles, se prepara de la siguiente manera.

“Gran parte de las familias que conozco y no tienen una receta estándar hacen un picadillo y a partir de ahí ya es un show, pues se debe picar zanahoria, papas, moler la nogada. Las recetas más estandarizadas llevan al menos cinco frutas y hay personas que las fríen o caramelizan, se debe sofreír las dos carnes con ajo y cebolla, hacer un caldillo de jitomate para que no sea seco”.

Las frutas que por lo general se incluyen son: plátano macho, manzana, pera y durazno, aunque también puede tener pasas y piñones.

“Después de todo ese se debe tomar un chile poblano, desvenarlo, tatemarlo, limpiarlo y sudarlo, ya está listo y sino se rompió, debe rellenarse, más moler la nuez de castilla con leche y un poco de sal, y de esta forma se crea la nogada. Además se le debe de poner un tipo de licor que las recetas señalan debe ser jerez y finalmente se debe desgranar la granada”.

La preparación y toque personal varía dependiendo del gusto de cada persona, y algunos paladares optan por colocarle almendra o crema para batir o ácida.

En este restaurante, comentó el chef, la preparación es de la siguiente manera: “Aquí picamos la fruta que ya mencioné, y la caramelizamos, se sofríe la carne picada, se hace caldillo de jitomate no abundante y le agregamos la fruta. El caldillo tienen los olores del barroco ya que lleva especias como pimienta, canela, clavo, y tomillo”

Parte de su historia

La cocinera tradicional de Apatzingán, Ana María Helorza Patiño, comentó para El Sol de Morelia, los chiles en nogada son dos palabras que enamoran a cualquier paladar en México.

Su historia data de más de 200 años, allá por 1821 cuando México recién se estrenaba como nación independiente, y después de que Agustín de Iturbide firmara el Plan de Iguala dónde se reconocía a la Nueva España como un país soberano. Tras la magnitud de la importancia del evento no era extraño que el orgullo patrio estuviera a flor de piel y que Iturbide y su ejército Trigarante fueran los héroes del momento”.

Es por ello, que recordó Helorza, las monjas Agustinas del entonces Convento de Santa Mónica del estado de Puebla, hoy museo del Arte Religioso, se enteraron que Iturbide pasaría por allí, y decidieron festejarlo con un festín.


Eso derivó en la creación del platillo insignia poblano, y para elaborar el platillo, eligieron ingredientes de diversas regiones de Puebla

Esos ingredientes dijo, fueron: Los chiles de San Martín Texmelucan, la carne de Cholula, las nueces de San Andrés Calpan, las peras de Chiuatzingo, las manzanas de Zacatlán y los duraznos de Huejotzingo.

Algunos datos apuntan a que el chile en nogada ya existía pero se servía como postre y no como plato fuerte. Siempre ha sido tema de discusión si va capeado o no, pero el plato original va capeado con el paso del tiempo sufrió cambios y cada familia aportó un ingrediente diferente y se ha modificado dependiendo de la casa qué lo sirve”.

Finalmente, Ana María Helorza Patiño, explicó, para imprimir un sentimiento patriótico en este platillo, se sabe que los creadores lo bañaron con una salsa de nuez de castilla, y agregaron un toque de perejil, espolvorearon granada para impregnar el color rojo.

RECOMENDACIONES

Película

¡Qué viva México! Cinta protagonizada por Alfonso Herrera y Ana de la Reguera, continúa disponible en Netflix, ahí el público podrá observar cómo un hombre viaja con su esposa e hijos a su ciudad natal después de la muerte de su abuelo, donde se produce el caos con sus familiares por la herencia.

Serie

La divina gula continúa en el catálogo de Netflix, donde el espectador podrá ver a distintos personajes adentrarse en la cocina para preparar únicos y emblemáticos alimentos. La temporada de 2022 integra seis capítulos en los que la persona se unirá a la fiesta de sabores, e ingenio mexicano.

Libro

En este mes de septiembre, te recomendamos el libro La conquista de México Tenochtitlan: Versión de los mexicas, de Sofia Guadarrama Collado, el cual tiene un costo de 589 pesos tanto por Amazon, como en distintas librerías de la ciudad. En este libro se relata al lector, cómo el 18 de noviembre de 1519 Hernán Cortés entra por primera vez a Tenochtitlán en compañía de 450 europeos y aproximadamente 6000 soldados tlaxcaltecas, cholultecas, huexotzincas y totonacas. La novela coloca a los conquistadores en un escenario que ayuda a comprender a través de los ojos de Moctezuma, Cuitláhuac y Cuauhtémoc lo que ellos mismos ignoraban, y lo complejo que fue vivir la aparición de una raza de hombres, animales, armamento, lengua, costumbres y religión desconocida.