Morelia, Michoacán.- La música clásica puede tener beneficios para tu bienestar y hoy en el 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven, uno de los compositores más influyentes de la historia, te explicamos cómo la música clásica puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo, tu memoria, tu creatividad y hasta tu presión arterial.
La música clásica es un tipo de música que se desarrolló desde el siglo XVII hasta el siglo XXI y se distingue por su complejidad, belleza y variedad. Dado que estimula una variedad de áreas relacionadas con la emoción, la cognición, el lenguaje y el movimiento, la música clásica tiene un impacto positivo en nuestro cerebro.
Según un artículo publicado en la revista AV Notas y Universidad de Córdoba, la música clásica puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y física. La música clásica es conocida por su capacidad para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la concentración.
La música clásica, según el estudio, destaca como herramienta terapéutica con beneficios notables en diversas patologías psicológicas. Especialmente, en casos de depresión y duelo, se observa que piezas alegres y enérgicas fomentan el movimiento, mientras que composiciones suaves y relajantes contribuyen a mejorar la calidad del sueño al aumentar los niveles de melatonina.
Asimismo, se enfatiza que la música clásica no se limita a beneficios mentales, sino que también influye positivamente en la salud física. Estudios respaldados por la investigación indican que la música puede modular funciones orgánicas, desde cerebrales hasta metabólicas, acelerando o retardando según el género musical. Además, se ha aplicado con éxito en la rehabilitación de lesiones cerebrales y el manejo del dolor crónico.
De acuerdo con el centro especializado en música, Musikarte e Instrumentos, entre los múltiples beneficios al sumergirse en la música clásica se resalta su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad, regulando la hormona del estrés y aumentando la hormona del placer.
Además, la música clásica no solo acaricia los oídos, sino que también potencia la memoria y el aprendizaje. Mejora la atención, concentración y retención de información, activando redes neuronales clave. Además, su impacto se extiende al aprendizaje de idiomas, mejorando pronunciación, vocabulario y gramática.
Por otro lado, la creatividad e imaginación también son estimuladas por la música clásica, activando el hemisferio derecho del cerebro, según Musikarte. Este impulso creativo puede inspirar nuevas ideas y soluciones a problemas cotidianos. Finalmente, la armonía de la música clásica sincroniza el ritmo cardíaco, regulando la presión arterial y previniendo enfermedades cardiovasculares.
La música clásica es mucho más que una forma de arte. Es una fuente de salud y felicidad para nuestro cuerpo y nuestra mente. Por eso, te invitamos a celebrar el aniversario de Beethoven escuchando algunas de sus obras maestras, como la Novena Sinfonía, el Claro de Luna o la Oda a la Alegría. Seguro que te sentirás mejor.