Morelia, Mich (OEM-Infomex).- En una final llena de dramatismo, el Atlético Morelia dejó escapar la oportunidad de convertirse en el Campeón de Campeones al caer en ronda de penales ante los Potros del Atlante.
En un estadio que registró una buena entrada y con la coincidencia de que hace once años Morelia disputó su última final en primera división ante Pumas, ambos equipos saltaron a la cancha del Morelos con el objetivo de buscar hacerse acreedores a los cinco millones de pesos que ofreció la Federación Mexicana de Futbol como premio.
Durante los primeros minutos, los rojiamarillos fueron más en el terreno de juego y estuvieron a punto de abrir el marcador a través de un disparo que se estrelló en el poste. Minutos más tarde, Jesús Ramírez desperdició una importante al mandar su remate por encima del arco.
El once inicial del director técnico Ricardo Valiño tuvo que ser modificado de manera obligatoria cuando Luis Pérez abandonó el campo por una lesión, por lo que en su lugar entró el mediocampista Javier Ibarra.
De a poco los Potros fueron acomodándose mejor a las circunstancias del encuentro y tras adelantar líneas, consiguieron el tanto del empate global por la vía de Brian Eduardo Figueroa, cuando al minuto 44 se encontró con el balón el área para simplemente empujarlo a las redes michoacanas.
En la segunda parte, se vivieron los mejores momentos del partido con dos equipos que no se guardaron nada en busca del gol que les diera el título que los acredita como el mejor plantel del año en la Liga de Expansión.
Los Canarios saborearon la victoria con un disparo que fue a dar al travesaño del arco que defendía Humberto Hernández, mientras que del otro lado el guardameta Santiago Ramírez rechazó un remate a bocajarro.
Tras noventa minutos de un vibrante empate, el partido tuvo que alargarse a los tiempos extras, donde los rojiamarillos estuvieron cerca de anotar en un tiro libre luego de varios rebotes hasta que la defensa atlantista logró rechazar la esférica.
Luego de no hacerse daño en los treinta minutos reglamentarios, el Campeón de Campeones se tuvo que definir en la tanda de penales, donde Gael Acosta y Víctor Milke se convirtieron en los villanos de los purépechas al errar sus respectivos disparos.
Aunque gracias al error del guardameta de los Potros, Humberto Hernández, la final se llevó hasta la muerte súbita, el defensa Milke voló su disparo, por lo que todo quedó en manos de Elbis Sousa, quien no desperdició la oportunidad y decretó a Atlante como el campeón.