Morelia, Michoacán-(OEM/ Infomex).- Nacida en Ciudad de México, pero con gran amor y admiración por Michoacán, se presenta Sandra Fabiola Loza Tenorio, vive el sueño olímpico como entrenadora del apatzinguense Samuel Molina, primer arquero purépecha que llega a la máxima justa deportiva y único de la entidad que verá acción en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.
Instalada en la capital del país del sol naciente, Loza, segura del potencial de su pupilo, proyecta medalla para México en tiro con arco. Sin embargo, reconoce que ha sido un proceso de varios ciclos, no solo por Samuel que dio resultados en menos de tres años, sino desde el 2013, cuando se oficializó esta disciplina en el estado.
Loza, con su hermana, tuvo su primer acercamiento al tiro con arco en 1998 en el Centro Paralímpico Mexicano, donde entrenaba su madre Ana María Tenorio Carapia, considerada una de las pioneras del deporte adaptado en el país. Para los siguientes años, disputan Olimpiada Infantil y Juvenil y se integran a la Selección Mexicana de Tiro con Arco.
"Fue del 98 al 2000 que entrenamos, fuimos a la primera Olimpiada (...) ahí nos enamoramos de este deporte; fuimos muy buenas, ya que estuvimos en selección del 2000 al 2004, mi hermana de selección mayor y yo de juvenil", recuerda.
Cuatro años más tarde, arribó a Morelia, tras casarse con un Michoacano, tiempo que le sirvió para retomar el deporte, ya que la ciudad no presentaba grandes posibilidades laborales para su carrera en Comercio Internacional. Con el objetivo de retomar ritmo y ser llamada a selección mayor, comenzó a entrenar, a lo que la gente se acercaba.
"Ahí vi mi vocación de maestra—comienza a reír— floreciendo, porque realmente me tocó enseñar, afinar e incluso vender equipo deportivo", confiesa y rememora que los curiosos tuvieron una aceptación increíble al tiro con arco.
De esta forma, en el 2009 se instauró el primer club y cuatro años después se formalizó con la asociación Arqueros Asociados de Michoacán, la cual preside. Esto se dio por una labor de años, ya que para validarla debían integrarla por lo menos cinco sociedades. Así pues, ofreció exhibiciones en diversos municipios, recapitulando que Apatzingán fue el primero.
Con varios aliados en dicha área, al igual que Zamora, Uruapan, Tacámbaro y Pátzcuaro, se colocaron las bases para el talento que actualmente figura en Juegos Conade y eventos internacionales como Panamericanos, Mundiales y ahora Paralímpicos.
"En 2015, Ángel Alvarado trae las dos primeras medallas para Michoacán a nivel nacional: trajo plata", comparte Sandra. Aunque, previamente el moreliano Víctor Aguayo quedó a pasos de Río 2016, marcando un parámetro importante en el tiro con arco del estado, mismo que comenzó a sonar en otras entidades del país.
"Ya nos volteaban a ver y sumándole todas las medallas que trajimos a nivel nacional", haciendo hincapié en más arqueros, como Sarah Silva, quien además de ser medallista nacional, participó en el reciente Campeonato Mundial Juvenil de Polonia.
La entrenadora de 38 años de edad y con 23 de experiencia en el deporte, indica que hay talento michoacano, empero, se requiere de una mayor estructura en el equipo multidisciplinario; "falta capacitación, más entrenadores en el estado que puedan tener el interés de formar y hacer crecer esta disciplina como lo hemos hecho".
Con la mirada puesta en el futuro del tiro con arco purépecha, Sandra dice que después de Tokio llegará a trabajar: "Haré el casting para niñas discapacitadas, para encontrar a la mujer que pueda hacer equipo mixto con Samuel, que sea michoacana. Me siento capaz de prepararla para Juegos de París 2024".
Pensando en el siguiente Ciclo Olímpico, sin perder el enfoque en la contienda de Tokio, la cual arranca el 27 de agosto, Sandra señala que ambos están listos para sentir la emoción de escuchar el himno mexicano en tierra nipona: "Yo sé que Samuel puede y podemos, va a ser un regalo para todo México y sobre todo para Michoacán", concluye.