Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Llegó rodeado de guaruras que trabajan en el gobierno del estado. Vestido con un suéter dorado y unas gafas de sol, Juan Manuel Márquez no paró de escuchar la palabra “campeón” por todas partes; ingresó con una hora de retraso a la Plaza Monumental de Morelia, pero a nadie le importó. Le llovían aplausos.
Ante las cámaras y decenas de jóvenes boxeadores que lo miraban como un niño que tiene frente a sí a los Reyes Magos, el ex pugilista que derrotó a Manny Pacquiao sonreía, saludaba, se tomaba fotos y se decía orgulloso de pisar por tercera ocasión tierras michoacanas.
Se dio el tiempo de bromear con la prensa, pero también de hablar sobre las inquietudes, los retos y la actualidad del mundo boxístico en México. Aunque eso sí, recalcó una y otra vez que este deporte es el que mayores satisfacciones le ha dado al país.
“Hasta el día de hoy vemos a boxeadores de gran nivel como el Gallo Estrada y el Canelo Álvarez, creemos que van a despuntar más peleadores y que el boxeo mexicano va seguir en los primeros planos a nivel mundial”.
Autocalificado como alguien que viene del sufrimiento, Juan Manuel Márquez se dice enemigo de priorizar la comercialización antes que lo deportivo. Advierte a sus pupilos que llegar a la profesionalidad cuesta, y mucho.
“El que va ser campeón mundial va serlo por encima de todo, nada de peleas fáciles y ayudadas, que desde ahorita sepan lo que es el mundo del box y si le van querer seguir en el deporte, pues adelante, pero que también sepan sus posibilidades”.
“Guerra de box” es el nombre de la función que se desarrollará en Morelia hoy viernes con el impulso de la promotora de Juan Manuel Márquez. Dice el ex campeón mundial que el objetivo no es otro que apoyar a los futuros talentos, darles una mano como en su momento él la necesitó y sacar campeones mundiales que “se rifen”.
Y en este sentido, se manifiesta en contra de que a los boxeadores amateurs los pongan a pelear contra profesionales. Argumenta que alguien que todavía no cuenta con la suficiente experiencia no merece recibir golpes sólidos y de “castigo”, pues sentencia que solamente se estaría dañando la carrera de una promesa y su respectivo proceso natural.
Márquez se niega a hablar de la mercadotecnia que rodea a los guantes y al ring, insiste que lo que vale la pena es el trabajo, los entrenamientos, el esfuerzo, enfrentarte a los mejores y no rivales a modo. Recuerda los malos momentos que pasó en su carrera, cuando veía que Erik Morales y Marco Antonio Barrera estaban por encima de él, pero también añade que la cosa está muy clara y sin fórmulas inventadas: disciplina, corazón y constancia.
El que va ser campeón mundial va serlo por encima de todo, nada de peleas fáciles y ayudadas, que desde ahorita sepan lo que es el mundo del box
Juan Manuel Márquez