MORELIA, Mich.- Hace prácticamente una semana que Isaac Palma Olivares dio la marca de su vida. En los 50 kilómetros detuvo el reloj en 3 horas, 49 minutos y 39 segundos; 7 minutos menos que su competidor más cercano. El registro, hecho en la Copa Panamericana de Marcha, lo llevó a la gloria: boleto a Juegos Panamericanos, a Campeonato Mundial de Atletismo y un paso rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Pero la historia no inició ahí... Año 2008: Isaac Palma deja a su familia, el municipio de Zitácuaro y con ello cualquier posibilidad de tener una vida común. Hace de sus nuevos hogares tanto el Comité Olímpico Mexicano como el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento, sitios en los que ha entrenado por 11 años sin tregua.
Para los 50 kilómetros estuve haciendo sesiones dobles y a veces hasta triples, esto de lunes a sábado; mientras que los domingos sólo trabajaba una vez al día. En total, estábamos haciendo 200 kilómetros a la semana, sumado a labores adicionales como el gimnasio y las consultas con el área médica y de Psicología
Esta distancia representaba todo un reto para el michoacano, pues su especialidad anteriormente habían sido los 20 kilómetros, los cuales ha recorrido en diversas competencias internacionales, incluido los Juegos Olímpicos que se realizaron en Londres en el 2012.
Con 28 años de edad, Isaac Palma Olivares mira sus inicios, cuando comenzó en la escuela de atletismo de Zitácuaro comandada por el profesor Infante. Primero fueron las carreras, pero con el tiempo decidió que lo suyo era la caminata y así, suma ya 14 años de trayectoria.
En ese sendero Palma Olivares no deja pasar como un buen recuerdo la medalla de plata por equipos obtenida hace dos años en la Universiada Mundial de Taipei, los Juegos Olímpicos, campeonatos nacionales y las múltiples participaciones en eventos internacionales.
Es egresado de la Maestría en Mercadotecina y becado por la Universidad Anáhuac, Isaac Palma reconoce que por momentos se ha preguntado cómo será llevar una vida normal, donde te puedas dar el gusto de no levantarte a entrenar y poder decir “¡basta ya de esto!”.
Yo he conocido gente que trabaja en oficina y les digo que algún día me gustaría trabajar con ellos, ahora sí que como dicen, tener la vida Godínez para saber qué se siente y tener esa experiencia
Sin embargo, no se alarma porque sabe que todos esos pensamientos son efímeros y que ningún deportista de alto rendimiento se ha podido escapar de ellos en algún punto de su carrera.
Por ello Palma Olivares dice que lo que viene va más o menos por la misma línea. Previo a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, habrá entrenamientos, terapias, campamentos y justas internacionales; todo para seguir reafirmando lo que ya se sabe: que Isaac Palma no puede separar el deporte de su vida.