Hace 41 años el Atlético Morelia llegó a la primera división

El 26 de julio de 1981 la escuadra michoacana se impuso ante el equipo Tapatío y lograron su ascenso

Víctor Ruiz | El Sol de Morelia

  · martes 26 de julio de 2022

Foto: Archivo | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán(OEM-Infomex).- Aquel 26 de julio de 1981, en el estadio Venustiano Carranza no cabía un solo aficionado más. Las 18 mil 500 entradas disponibles para la final entre el Atlético Morelia y el Tapatío se agotaron. Desde las diez de la mañana, el griterío no cesaba y alcanzaba a hacer eco en las calles aledañas de la colonia Vasco de Quiroga.

El recuerdo es del periodista Jesús González Adata, encargado de narrar el partido que terminó por consagrar el ascenso a primera división del Morelia.

Te puede interesar: Trabajar, la fórmula para darle vuelta a la situación: Gabriel Pereyra

A 41 años de distancia de aquel encuentro en el que los rojiamarillos salieron vencedores gracias a la anotación de Horacio Rocha, el comunicador recuerda que por un momento su preocupación se centró en que el inmueble no se fuera a venir abajo por el júbilo que se vivía.



“Cuando el árbitro pitó el final fue una locura que no he vuelto a ver en el futbol mexicano, la gente comenzó a brincarse a la cancha para abrazar a los jugadores, mientras los directivos estaban adentro sin poder bajar de la tribuna porque la multitud no se los permitía”.

“Yo como pude jalé el micrófono para entrevistar al presidente Ignacio Gómez Monzón, quien entre lágrimas solo pudo decir que estábamos en primera división”, añade.

Previo a aquellos partidos de fase final, el preparador físico del equipo, Roberto “Biuri” González, detalla que decidieron mantener el mismo ritmo de entrenamientos con el que trabajaron en el torneo regular.



Además de la rutina que seguían en la cancha del estadio Venustiano Carranza, buscaron fortalecer la fuerza y la resistencia de los futbolistas con dinámicas que tenían como sede el Kilómetro 23 en Salida a Mil Cumbres.

“En esa liguilla toda la ciudad estaba a la expectativa de lo que podía pasar porque ya se habían tenido temporadas donde el Atlético Morelia había terminado invicto, pero en la fase final no consiguió ganar un solo partido, entonces sí había nerviosismo, aunque al mismo tiempo existía la confianza porque sabíamos que teníamos un buen grupo de futbolistas”.

Para el “Biuri” González, quien ya sabía lo que era ascender como jugador con el equipo de Tecos, la principal característica que tenía aquella plantilla en el año de 1981 fue el hambre de trascender, pues expone que la gran mayoría de los futbolistas que consiguieron la hazaña se mantuvieron activos dentro de la primera división.

Sumado a esto, relata que cuando llegó a trabajar a Morelia junto al entrenador Diego Malta, se encontró con una serie de limitaciones en cuanto a la infraestructura del estadio, dado que no contaban con un gimnasio ni el material suficiente para poder trabajar, lo que los obligó a improvisar unas pesas con tubos y botes llenos de arena y cemento.

“El haber conseguido el ascenso para mí representa una de las alegrías más bonitas, sobre todo el ver la felicidad del pueblo. Ese día en el estadio, había gente arriba de los árboles viendo el partido, era una cosa increíble y cuando se da el campeonato, pues toda la avenida Madero fue una fiesta”.


La molestia sigue por habernos quitado lo que tanto esfuerzo nos costó

Justo cuando el exguardameta del Atlético Morelia, Félix Madrigal Pulido, despejó el balón con la intención de mandarlo lo más lejos de su portería, el árbitro Manuel López Guevara decidió decretar el final del partido para dar paso a los festejos en aquella tarde de domingo.


“Casi pude sentir que en cuanto hice mi despeje se oyó el silbatazo, entonces inmediatamente corrí a festejar con mis compañeros y con toda la gente, estuvimos un buen rato en la cancha y después nos trasladamos al club Campestre donde tuvimos una comida con el gobernador, Cuauhtémoc Cárdenas”, relata Félix Madrigal.

Ante el deseo de alcanzar el máximo circuito del futbol mexicano, revela que como futbolistas recurrieron a todo para conseguirlo, pues incluso comparte que en la recta final de la liguilla decidieron incluir a un psicólogo y a un sacerdote para que los acompañarán en el proceso.

Madrigal Pulido reconoce que cada que visita el inmueble sigue sintiendo de cerca los recuerdos del ascenso, pero al mismo tiempo, las emociones de nostalgia se combinan con el coraje y la molestia que provocó la desaparición de Monarcas Morelia, cuando los dueños decidieron trasladar la franquicia a Mazatlán.

“Me parece que fue una canallada lo que hizo la gente de Tv Azteca y no tenían ningún derecho, porque ellos eran los dueños de la franquicia, pero no del equipo. Se trató de un golpe bajo porque aparte se da justo cuando inicia la pandemia y lo hacen a oscuras y de forma opaca, como lo hacen los cobardes. Con la mano en la cintura nos quitaron lo que tanto esfuerzo nos costó”.

En el mismo sentido y dentro del marco del 41 aniversario del ascenso, Félix Madrigal refiere que el actual proyecto del Atlético Morelia puede tener una buena intención, pero argumenta que se trata de un equipo totalmente nuevo, donde los propietarios intentaron sacar tajada del sentimiento de la afición para decir que la “historia continuaba”, cuando desde su percepción no es así, “pues para mí las segundas partes nunca son buenas”.