Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Si Gerardo Soria González recorre la cancha del estadio Morelos en día de partido, no serán pocos los aficionados que lo saludarán o le tomarán una fotografía a la distancia.
En ocasiones, resulta más popular y recordado que algunos de los futbolistas que han vestido la camiseta rojiamarilla a lo largo de 24 años, tiempo que lleva trabajando como jardinero del que es considerado como uno de los mejores campos del futbol mexicano.
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Apodado como “Zague” por haber replicado en la Liga Municipal de Futbol Morelia los siete goles que en su momento el delantero americanista anotó ante Martinica, Gerardo es todo un personaje al interior del estadio. Saluda a todos, bromea con sus compañeros y trata de combinar en todo momento el trabajo con la diversión.
“Yo antes me dedicaba a la restauración de cantera en el Centro Histórico. Luego mi papá, que era jardinero en el estadio Venustiano Carranza, me motivó a hacer lo mismo tras jubilarse. Fue entonces que yo entré al Morelos un 5 de mayo de 1998”.
Todos los días, a partir de las 9:00 horas, “Zague” verifica tanto la cancha principal como la anexa para sanar las partes que quedan desgastadas a causa de los partidos y entrenamientos. Se enorgullece de que el estadio sea reconocido a nivel nacional, pero aclara que es un mérito que comparte con sus compañeros de jardinería.
“El tiempo por sí solo nos va indicando lo que necesita la cancha, ya sea en tiempo de calor o lluvia, entonces nosotros vamos dándole el tratamiento adecuado para evitar por ejemplo los encharcamientos. La verdad es que lo que hago me gusta y eso hace que todo se me facilite”.
En poco más de dos décadas, donde le ha tocado vivir la etapa del viejo Atlético Morelia, Monarcas y el resurgimiento de los Canarios, el jardinero también dice sentirse orgulloso del vínculo que ha logrado con la afición, pues incluso, comparte que en ocasiones lo llega a saludar gente que él no conoce.
Dentro de su barrio, la López Mateos, las cosas no son muy distintas: sus amigos y vecinos llegan a pedirle boletos para los partidos, playeras, fotos de futbolistas o simplemente que relate algunas anécdotas que le toca vivir al interior del club.
Y es que si a algo le sobra son las historias que se relacionan con el mundo del futbol, como aquella ocasión en que Santos y Monarcas se enfrentaron en un partido de liga:
“Morelia iba ganando uno a cero, el partido ya estaba por terminar y yo estaba detrás de la portería, entonces me cae el balón y Jared Borgetti me pide que lo entregue rápido, pero no lo hago para hacer tiempo y que el partido ya acabara. Obviamente esto al jugador no le gustó y seguramente me gritó una grosería. Años después, Monarcas contrata a Borgetti, se me queda viendo y me dice ¡Ah, como que yo a ti te conozco!”.
Con el paso de los años, Gerardo Soria asegura que prácticamente con todos los futbolistas y entrenadores se ha logrado llevar bien, pero recuerda casos específicos como el del delantero Miguel Sabah, a quien califica como un “camarada que sabía cotorrear”, razón por la que forjó una amistad que iba más allá de los entrenamientos.
Si bien en la parte futbolística, sus mejores recuerdos del Morelos se centran en el campeonato de Monarcas en el 2000, las Copas Libertadores y el partido de la Selección Mexicana contra Bulgaria, hay otros sucesos que también tiene presente como la visita del Papa Francisco.
“Estoy orgulloso de poder seguir trabajando aquí, porque además siempre he sido futbolero, desde niño he jugado este deporte y lo sigo haciendo. Entonces, el trabajar aquí donde juega mi equipo y el poder verlo a diario es algo que me hace sentir honrado”.
El ser jardinero del estadio Morelos es un gusto que también ha transmitido a su familia, pues ahora relata que sus dos nietos le preguntan constantemente con curiosidad por las historias que hay detrás de las fotografías. Añade que se ve por muchos años más en el oficio y señala como un acierto haber rechazado la invitación de mudarse junto a la franquicia a Mazatlán, “pues yo me mantengo fiel a este equipo y a la ciudad”.